Peligros

"Para cuidar lo permitido, se combate lo prohibido, con los mismos métodos que se prohíben". Yo que defiendo cierta posición progresista sobre el tema candente de la inseguridad me quedo sin argumentos cuando suceden en pocos días varios hechos que no hacen otra cosa que obligarme a repensar si la postura que sostengo no es desde todas las visiones posibles, equivocada.

Entonces comienzo a virar mi opinión: habrá que matar a todos los negros -﷓pobres-﷓ porque son peligrosos y conspiran contra el buen vivir de los ciudadanos decentes y trabajadores que somos nosotros, los que los condenamos. Habrá que arrasar con las villas y su gente para llevar una existencia más sosegada y fuera de toda violencia. Porque sin dudas son ellos -﷓los villeros, los negros, en una palabra, asesinos﷓- los que introducen en nuestra sociedad el germen del crimen y del miedo.

De esta manera empiezo a encontrar a los culpables de los problemas que la sociedad tiene y me convenzo de que estaba enteramente equivocado al respecto: que no era un problema de redistribución de oportunidades y de riqueza, ni de educación, ni de nada que estuviera por fuera del objetivo inmediato: estar seguros.

Pero como yo no puedo conmigo mismo -﷓y esta es una confesión que no me enorgullece en absoluto-﷓ algunos interrogantes surgen inesperadamente: ¿Qué sucederá cuando hayamos exterminado al peligro? ¿Quiénes serán los próximos culpables? Porque inevitablemente habrá próximos. ¿Y los siguientes? Y así, hasta que nos toque a nosotros. Como en la historia que dicen escribió Brecht. Un día golpearán la puerta de casa y nos dirán que somos nosotros -﷓que venimos combatiendo al peligro desde hace tiempo-﷓ el peligro.

Cuando llego a este punto, retrocedo y retomo las premisas anteriores. Aunque sea, si se quiere, como una cuestión pragmática.

Manuel Quaranta

Docente UNR.