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Carta al Congreso

Conciudadanos elegidos para legislar. A ustedes, a los que delegamos la función de estudiar, analizar, proponer y generar los cambios que requiere la democracia para encaminar el país hacia otro destino, asegurar la justicia social, activar la participación, jerarquizar la solidaridad y encarar un trabajo colectivo sin exclusiones y sectarismos, para que todos los discursos del Bicentenario se plasmen en realidades de un nuevo proyecto nacional, realmente popular y democrático.

Molesto por la falta de atención de nuestro proyecto de recuperación de los ferrocarriles, proyecto que no ha sido objetado ni rebatido, que duerme en los cajones de nuestro sistema parlamentario sin que a nuestra dirigencia se le pregunte por las causas de esta inexplicable actitud y habiendo motivos más que suficientes para acelerar el tratamiento ante la situación de caos de nuestro sistema de transportes terrestres, las miles de vidas que por la siniestralidad del colapsado sistema vial contabilizamos anualmente y por el despilfarro de combustibles líquidos en el que estamos inmersos, sin controles y a un descomunal costo.

Pido atención a este tema. Porque no podemos seguir tolerando los errores cometidos y que perduran como resabios de las políticas de privatizaciones de las empresas públicas y de cuya ineficiencia podemos enumerar a partir de las víctimas de la tragedia de Once, decenas de casos que conforman el peor de los cuadros.

Legisladoras/es, el país espera vuestra reacción. La patria os demandará y el futuro sellará vuestro paso por las cámaras y se juzgará a los que traicionan los mandatos, burlan la voluntad popular y merecen el escarnio de los que les votaron.

Angel M. Contestí