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Viernes, 14 de diciembre de 2012

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Correo

Repudio I

Sentimos indignación y repudiamos el vergonzoso fallo en el juicio de la desaparecida Marita Verón. Trece acusados absueltos. Los jueces no les creyeron a ninguna de las mujeres rescatadas de las redes de trata, ni a testigos, ni victimas. Diez años de lucha que la corrupta justicia tucumana se ocupa de burlar con una sentencia ridícula e indignante. ¿Hasta cuando la injusticia y la corrupción?

Esto establece un precedente gravísimo de impunidad absoluta para el delito de la trata en todo el país. Alimenta la interminable corrupción en la que policías, poder político, jueces, delincuentes y abusadores generan altísimos niveles de ganancias a costa de la explotación sexual de mujeres y niñas.

Seguiremos incansablemente en la lucha, y ahora más que nunca, para que se haga justicia, para que aparezcan con vida las cientos de mujeres desaparecidas, para que se desmantelen de una vez por todas las redes de trata y comercio sexual.

Le decimos no a la trata, y pedimos castigo para los culpables.

Sofía Botto, Claudia Arias, María José Zochi, Paola Bozzini

MuMaLá Provincia de Santa Fe

Repudio II

Queremos expresar nuestro más enérgico repudio ante la vergonzosa sentencia de la justicia tucumana en el juicio por la desaparición de Marita Verón. Tres jueces, varones machistas, mirando sin ver a una sociedad que espera justicia por Marita Verón y por las miles de niñas y jóvenes secuestradas y prostituidas por las redes del delito de trata para satisfacer sexualmente a otros hombres con poder.

No es cierto que en la causa de Marita Verón no hubo pruebas. Hubo cientos de testigos, entre ellas mujeres jóvenes liberadas de las redes de trata, que tuvieron el valor de sentarse frente a sus secuestradores y declarar contra ellos. ¿Quién va a proteger hoy a esas jóvenes cuando los tratantes tomen represalias contra ellas? ¿Será otra vez Susana Trimarco, mamá de Marita, quien las cuide, las proteja, les de un hogar?

Trece imputados tenía esta causa, procesados por el juez de instrucción, con una acusación fortísima del fiscal. ¿Qué pruebas no vieron los jueces del tribunal?

La absolución muestra, una vez más, que la justicia es un poder corporativo, concentrado, corrupto y patriarcal. Como nos enseñaron las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo: "La única lucha que se pierde es la que se abandona" ¡Estamos con vos, Susana!

Mujeres Para la Victoria Santa Fe

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