Lunes, 11 de noviembre de 2013 | Hoy
Hipocresía
A principios de los años '70, Ralph Nader (abogado activista de causas justas y eterno candidato a la presidencia de los Estados Unidos) acuñó la expresión anglosajona "whistleblower", dándole un toque de nobleza al papel, antes descripto como "alcahuete" o informante, del sujeto que al revelar secretos de la organización donde trabajaba.
Actualmente, la ley norteamericana protege en muchos casos a los "whistleblowers", reconociendo que, incluso siendo deshonestos para con sus organizaciones, prestan un gran servicio a la sociedad. Estos informantes ayudaron a descubrir mafias y, en el mundo empresarial, revelaron secretos desvastadores de la industria tabacalera y de instituciones financieras.
Casi 28 años después, la NSA ha reconstruido el proyecto Shamrock, pero utilizando la tecnología de la nueva era. Dos de los casos más resonantes fueron el del soldado Bradley Manning, a quien un tribunal militar culpó de haber transferido 700.000 documentos secretos al sitio WikiLeaks en el 2010. Dos días después del mes de julio de 2013, el estadounidense Edward Snowden, ex empleado de la CIA y de Booz Allen Hamilton -empresa privada que presta servicios a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)- recibió asilo político en Moscú. Snowden entregó a la prensa informaciones sobre el espionaje electrónico llevado a cabo por Estados Unidos.
El gobierno norteamericano los acusó de traidores a la patria. Ante la justicia, Manning fue absuelto de la denuncia más grave que pesaba sobre él: la de ayudar al enemigo por divulgar en internet documentos militares secretos.
El técnico en informática Snowden dice que actuó en defensa de la privacidad de los ciudadanos. Su revelación más reciente trataba sobre un programa informático que le permite a la NSA realizar búsquedas en bancos de datos con correos electrónicos, chats e historiales de navegación de millones de personas. Por su parte, Manning afirma que quería abrir un debate nacional sobre el rol de los militares y de la política externa estadounidense.
Exiliado en la embajada ecuatoriana en Londres, el hacker australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, fue compañero de Manning en la acción contra las instituciones estadounidenses y actualmente es el protector de Snowden. Perseguir delatores se convirtió en una obsesión para Barack Obama. Pero se contradice al condenar lo mismo que su gobierno hace con los presidentes de todos los países y hasta el mismo Papa Francisco. Una hipocresía absoluta.
Maximiliano Reimondi
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