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Terror y expansión

Afirma Mijail Bakunin --de cuyo nacimiento se cumplen dos siglos-- que el fundamento de los Estados es la violencia y la conquista.

En el presente este señalamiento mantiene la potencia de su certidumbre cuando observamos azorados la crisis humanitaria generada con cientos y cientos de niños por la hostil política migratoria de la administración Obama en América del Norte respecto de población mexicana que procura atravesar el Río Bravo.

El espanto reina en la Franja de Gaza donde el despliegue de la maquinaria militar del ejército israelí se cobrado la vida de cerca de doscientos seres humanos, el 70 por ciento población civil inerme frente a los bombardeos.

Lo que resulta paradójico es que los fundamentalismos se retroalimentan, y los que eran "aliados tácticos" en el pasado son hoy por hoy acérrimos enemigos, el medio y como siempre quedan los heridos y mutilados que provienen de los sectores más desfavorecidos en toda sociedad.

A la luz de los hechos del presente la reunión cumbre en la Ciudad del Vaticano entre el Presidente de la Autoridad Palestina y el Canciller israelí se asemeja más a una mascarada que la senda para que cesen las muertes en Oriente Medio. Los cadáveres de niños abatidos por la metralla a un lado u otro de las absurdas fronteras son testimonio más contundente que las coartadas o discursos banales que sostengan los gobernantes.

A cien años del comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914﷓1918) es posible decir que continúan perpetrándose nuevas carnicerías en diversas latitudes del mundo, sólo para sostener los privilegios de los que gozan del perverso festín en el sistema del capital﷓mercancía.

Carlos A. Solero