Balas del terror

En Honduras ha sido asesinada Berta Cáceres por sicarios funcionales al Estado y de las corporaciones capitalistas transnacionales. Según las agencias contrainformativas: la coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (Copinh) fue abatida a balazos en la madrugada del jueves 3 de marzo por parte de sujetos desconocidos.

La corresponsal del canal Telesur en Honduras, Gilda Silvestruci, confirmó que a la luchadora social hondureña la asesinaron durante la madrugada en el interior de su vivienda ubicada en la región La Esperanza, en el departamento del Intibucá ubicada en la franja sud-occidental del país.

Cáceres era líder de la comunidad indígena lenca y de movimientos campesinos, además era defensora de los derechos humanos.

Este crimen de Estado forma parte del despliegue represivo contra los pueblos y comunidades originarias en toda Latinoamérica, territorios como los de Paraguay, Perú, Chile y la Argentina son escenarios de permanentes ataques indígenas y campesinos.

Vale recordar los acontecimientos de Formosa, la Patagonia bajo dominio de los Estados argentino y chileno, o de las matanzas en Perú por parte de esbirros al servicio de empresas mineras y petroleras.

Uno de los últimos conflictos en los que intervino Berta Cáceres era para impedir la construcción de una represa hidroeléctrica que afectaba de modo letal a pobladores rurales. El gobierno hondureño hizo caso omiso a los reclamos y protestas de los pobladores afectados y ahora asesinaron a una de las referentes de la lucha.

Esto demuestra que el avance del capital y sus asociados gubernamentales no se detiene y las luchas sociales tampoco.

Carlos A. Solero

APDH

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