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Domingo, 27 de agosto de 2006

SOCIEDAD

Revisar el bolso de los clientes es una violación a la intimidad

La costumbre está instaladas en los grandes comercios y se toma
casi con naturalidad. Pero según la Oficina del Consumidor, entraña
una violación al derecho a la intimidad y es un prejuzgamiento.

-Me vas a tener que mostrar el bolso.

-¿Por qué?

-Es una norma de la casa.

-Pero no corresponde.

-Es una regla, así que me lo vas a tener que mostrar.

-Pero no corresponde, va contra mis derechos como ciudadano.

Y continúa la discusión.

¿Por qué debería el consumidor abrir su bolso? ¿No somos todos inocentes hasta que se demuestre lo contrario? ¿Por qué el empleado muestra su bolso o permite que lo revisen antes de retirarse del trabajo? ¿Por qué se naturaliza una violación al derecho de intimidad de las personas? Las respuestas son simples y complejas al mismo tiempo. Tienen que ver con una historia y con un modelo. Pero yendo a lo concreto, a las razones de porqué esto no debe ser así, la titular de la Oficina Municipal del Consumidor, Analía Carrió, afirmó que "es muy violento" solicitarle a una persona que muestre sus pertenencias personales porque "es una violación a derechos elementales, que existen en la Constitución nacional y en la provincial: el derecho a la intimidad y el prejuzgamiento. La gente sí se puede negar porque la están atropellando, avasallando en sus derechos de individualidad y de inculpabilidad", remató.

Incluso más allá de la Constitución nacional, Carrió explicó que "el Pacto de San José de Costa Rica dice que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario". Consecuentemente, aseguró que en estos casos "hay un avasallamiento y un abuso de autoridad, porque empresas privadas contratadas están actuando como si fuesen preventoras, controlando las carteras, bolsos, o demás menesteres de los ciudadanos, cuando no tienen esa autoridad para hacerlo. Eso únicamente lo tiene la policía en sus funciones como preventora, y sólo si hay un acto previo que así lo justifique".

Además, la funcionaria destacó que "los grandes comercios, que generalmente hacen esta requisa de los bolsos, tienen personal de vigilancia privada y cámaras que visualizan el recorrido del consumidor dentro del negocio". Incluso en el caso de que sonara una alarma porque quedó algún código de barras en algún producto personal que el consumidor lleve dentro del bolso "no te pueden meter la mano en la cartera", precisó Carrió, antes de afirmar que tienen que solicitar al cliente que él mismo saque sus pertenencias porque hay algún producto con una alarma. Entonces el personal debe chequear que el código de barra no coincida con el del lote que ellos han comprado. "O sea que hay un montón de maneras de no violentar", subrayó la titular de Defensa del Consumidor, y sugirió que si la gente siente que la han atropellado puede hacer una denuncia en las guardias de los Tribunales provinciales "ante el fiscal de turno para que se investigue si esa actitud que ha tenido la empresa está violentando derechos constitucionales".

Por su parte, los trabajadores están protegidos por la ley 20.744 de Contrato de Trabajo. En el artículo 70 plantea que "pueden implementarse controles destinados a proteger los bienes del empleador siempre y cuando esos controles salvaguarden la dignidad del trabajador y se practiquen con discreción, con selección automática, y los controles del personal femenino los hará personal de sexo femenino". El secretario gremial de la Asociación de Empleados de Comercio, Carlos Ghioldi, se preguntó al respecto "cuál es la situación en la realidad", porque "acá en el sindicato recibimos muchas denuncias de que la ley no se cumple, sino que se exceden los controles hacia los trabajadores, y no siempre se salvaguarda la dignidad de las personas".

Frente a esto, Ghioldi destacó que "a partir de la elección de un delegado estas prácticas abusivas se terminan y se empieza a cumplir lo que la ley dice; hay ejemplos de empresas muy importantes que abusaban totalmente en los controles de sus trabajadores, y que a partir de la elección de delegado esa práctica se terminó". Además, Ghioldi dijo que "donde los trabajadores no se han animado a elegir delegado, o el patrón prohibió la elección del delegado, se siguen cometiendo ese tipo de atropellos, cuya denuncia es más difícil desde afuera y sin el correspondiente representante gremial en el lugar de trabajo", concluyó.

Informe: Paula Kearney

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La vigilancia privada de muchos comercios se arroga el derecho de revisar los bolsos. Por el contrario, "hay un montón de maneras de no violentar", sostiene Analía Carrió.
 
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