El acto de entrega de diplomas a los flamantes ingenieros agronómos en la facultad ubicada en Zavalla transcurría con normalidad. En rigor solo alteraba la tranquilidad la sospecha de algunos profesores frente a la vehemencia con la que una docente de esa casa de altos estudios había insistido en los ultimos días para que uno de los graduados recibiera el diploma de manos de su propio abuelo. Ante la negativa, las autoridades aceptaron que el hombre acompañara a su descendiente al momento de recibirlo. Grande fue la sorpresa de los presentes cuando observaron su rostro: el abuelito era Humberto Riccomi, el último rector de la Universidad Nacional de Rosario durante la dictadura militar caída en 1983.