María Emilia Valdez y su nieta de 6 años bajaron del colectivo cuando empezaba a anochecer en Gaboto y bulevar Avellaneda. Cuando escucharon los tiros se percataron de que habían quedado demasiado cerca de una pelea entre grupos rivales. Alcanzaron a subirse a una moto en la que las esperaba un pariente, pero ya era tarde para ponerse lejos de la zona de fuego. Una de las muchas balas que surcaron la bocacalle en uno y otro sentido le acertó en la cabeza. La señora se desplomó sin vida unos metros más adelante, casi sobre la avenida y a la vista de algunos vecinos. Tenía 50 años y era madre de tres hijos.