Rosario registró otro caso de vecinos que ante un hecho de violencia reaccionan con más violencia. Ayer de madrugada, en Mercedario al 1200 bis, del barrio 7 de Setiembre, un joven de 20 años quemó el toldo de la casa de su ex novia, Silvia, de 28. El fuego no causó mayores estragos porque hubo quienes lo apagaron enseguida. Pero cuando acabaron con las llamas, fueron por el pirómano, por todos conocido. Un tropel de hombres furiosos lo corrió hasta atraparlo. Cuando el alboroto ya había despertado a más vecinos, el grupo de vengadores la emprendió a golpes de puño y patadas contra el muchacho. La intervención de una patrulla policial evitó que el joven saliera más lastimado aún. Con todo, se negó a ser asistido por médicos del Policlínico San Martín, y en medio de un brote de furia, marchó preso a la subcomisaría 21º.