Momento inicial de nuestra práctica, comenzamos a escuchar las causas que de acuerdo a las argumentaciones del paciente han decidido su pedido de consulta. Nos relatan sus modos de sufrimiento que en la clínica psicoanalítica giran alrededor de la inhibición, el síntoma y la angustia. Trilogía freudiana desde la cual orientamos nuestra acción.

En este tiempo de nuestro trabajo cotidiano, nos acercamos a un diagnóstico diferencial. El psicoanálisis plantea tres modos de constitución subjetiva, la neurosis, la perversión y la psicosis. Para cada una de ellas el modo de tratarlas también es diferencial. En las neurosis de transferencia el diagnóstico lo construimos de acuerdo al lugar de inscripción del significante del síntoma: en la histeria, el síntoma se inscribe en los bordes del cuerpo erógeno, en la neurosis obsesiva en el pensamiento y en las fobias en el territorio del sujeto.

Empezamos a situar una escucha sobre los espacios del deseo, de la angustia y el goce en nuestro potencial analizante. El síntoma nos orienta y su trabajo de desciframiento nos conduce a las fantasias inconcientes que lo producen. En los síntomas encontramos anudados dos ordenes de la "falta", la falta de saber y la falta de goce.

La instalación de la transferencia y su correlato lógico, el sujeto supuesto al saber inconciente, del cual el analista hace semblante, habilita a las intervenciones que comienzan a interpretar el sufrimiento del sujeto y su grado de implicación en la producción de su malestar.

En la transferencia se articulan el poder de la sugestión, la rememoración y la repetición. El sujeto recuerda y al decir sus recuerdos los significantes insisten en la repetición y van construyendo el cifrado fantasmático que lo constituye. Compartiremos la escucha de una Primera Consulta y la producción sobre la clínica a la que ella nos habilita.

* "Las Primeras consultas", apuntes para el curso de capacitación sobre la dirección de la cura que se dicta en la Facultad de Psicología.