De un tiempo a esta parte resulta cada vez más familiar encontrarnos en los medios de comunicación con titulares referidos a casos de agresiones físicas graves entre alumnos y docentes, amenazas de padres a maestros, enfrentamientos entre jóvenes que incluyen el uso de armas de fuego, casos de "bullyng" y denuncias hacia adultos por supuestos abusos sexuales perpetrados a los chicos. Los nuevos comportamientos y prácticas de jóvenes y niños encuentra su tratamiento a través del discurso jurídico y la denuncia mediática. Sin embargo, en las instituciones educativas, cada día se intensifica la desorientación y la perplejidad ante la reiteración de casos que no coinciden con las representaciones que usualmente se tiene sobre la juventud y la infancia. Estas son las complejas situaciones que aborda el libro La sexualidad y los niños (Lugar Editorial, 2008), a cargo del colectivo Universidad Experimental, conformado por psicólogos de la ciudad de Buenos Aires, vinculados a distintas actividades clínicas y a la investigación y capacitación sobre problemáticas relacionadas con las alteraciones actuales en la niñez, la adolescencia, la familia y la escuela.

"La investigación habla de situaciones sexuales entre niños, que ocurren en instituciones educativas. Pero sobre todo habla de situaciones que llaman la atención de los adultos, que producen desconcierto, perplejidad, situaciones disruptivas. Escenas que no coinciden con las representaciones que usualmente tenemos sobre la sexualidad infantil. Situaciones que tomadas de a una pueden parecernos casos aislados, pero que cuando indagamos un poco más nos damos cuenta que son mucho más frecuentes de lo que esperamos. Situaciones que nos hablan de una gran dificultad de los adultos para relacionarnos, comunicarnos, para alojar y pensar juntos los problemas de los niños".

Se trata de cinco situaciones reales. Cuatro de ellas en jardines de infantes, otra en una escuela primaria. Todas involucran a los niños, también a sus padres, a sus maestros, a los directores de jardines y escuelas, a psicólogos y psicopedagogos. Pero, ¿qué tienen en comunicación cada uno estos casos? En todos ellos la sexualidad de los niños emerge con fuerza. Muchas veces descoloca, provoca extrañeza, y muestra a maestros preocupados y excedidos en sus posibilidades de intervención ante el desdibujamiento de las fronteras entre lo adulto y lo infantil. La sexualidad de los niños actuales no siempre se somete a los códigos con los que solemos pensar la infancia. Mucho de eso se propone desarmar y repensar este riguroso trabajo de investigación. Sus autores manifiestan que la investigación nunca estuvo pensada sólo para especialistas: "El libro está dirigido a padres, docentes, psicólogos. Para todas aquellas personas interesadas en los niños, para todos aquellos que trabajan con niños o están en contacto con ellos. No es un libro pensado para especialistas ni para dialogar en el marco de una disciplina específica. No tiene un interlocutor definido en ese sentido. Quizá una las cosas más valiosas de este libro es que puede ser leído por cualquiera, es decir que no se necesitan saberes técnicos para poder acercarse a las ideas que están planteadas allí".

Si algo deja en claro el libro desde sus primeras hojas es que pensar la sexualidad y los niños no es necesariamente dar respuesta. No se trata de organizar una charla para hablar del tema "sexualidad infantil", se trata simplemente de disponerse al diálogo, de enunciar esa disposición: "La confianza y el cuidado son bienes escasos en nuestra época. Y el trabajo de generar confianza y cuidado es una tarea que va mucho más allá de la escuela, es un trabajo de cualquier vínculo. En el libro decimos insistentemente que la confianza no está dada en las instituciones, que incluso nos encontramos más frecuentemente con la sensación de amenaza y desconfianza, que ya no podemos suponer que el hecho de ocupar un rol determinado, como el del maestro por ejemplo, garantiza la confianza. La confianza requiere siempre de un trabajo de construcción".

Los casos que se presentan reflejan medidas apresuradas de parte de maestros y directivos que se sienten amenazados en sus cargos ante las denuncias o incriminaciones de padres enardecidos por la emergencia de escenas sexuales entre niños que no encuentran modos de tramitación posible bajo los parámetros conocidos. Los autores, alertados ante esta tendencia, advierten sobre las consecuencias de este tipo de medidas: "Muchas veces tratamos de sacarnos el problema de encima, casi sin interrogarlo ni pensarlo, tratamos de expulsarlo, negarlo, evitarlo. Pero también hay otro modo de sacarnos el problema de encima que es mucho más sutil: buscar una solución apresurada, adelantar respuestas. Respuestas que suelen ser tranquilizadoras, como por ejemplo "se trata de sexualidad infantil", pero que impiden pensar lo que pasa con todo el trabajo que eso implica. Ahora, además de expulsar, negar, tranquilizar, muchas veces podemos desde la perplejidad o el desconcierto buscar compañeros para pensar, armar red, hacer lazo."

*Colectivo de la Universidad Experimental compuesto Elina Aguirre, Miguel Burkart Nöe, Adriana Fernández, Adrián Gaspari y Carolina Haftel. Contacto: 153-256346. Mail: [email protected]