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Me parece acertado decir que André Breton prometió la salvación por la vía de los desechos. Pero es aún más acertado decirlo de Freud. Se podría decir que el ideal es la gloria de la forma. Mientras que el desecho es lo informe.

La esencia del arte es estetizar el desecho, idealizarlo, o como se dice en psicoanálisis, sublimarlo... El goce como tal no tira hacia arriba. Es desnudo.

Cuando el goce es elevado a la dignidad de la Cosa, es decir, cuando no es rebajado a la indignidad del desecho, es sublimado, es decir, socializado.

No es sino por el sesgo de la sublimación que el goce hace lazo social (...). La sexualidad solo se socializa cuando es considerada respecto de la reproducción (...) susceptible de elevar al niño, como objeto, a la dignidad de la Cosa.

Sucede a veces que el goce del Otro social tome cuerpo. Que el goce logre ser identificado en el lugar del Otro (...) Es cuando se quiere decir, o sobreentender, o persuadirse de que "el Otro goza de mí".

En cierto modo, vayamos hasta ahí, es imposible ser alguien sin ser paranoico (...), la paranoia es la que más socializa mediante la suposición al Otro de una voluntad de goce (...) y se puede decir que esta paranoia motiva también toda defensa contra lo real.

Si tuviera que llevarse a cabo, que realizarse, la inserción social del psicoanálisis sería al mismo tiempo su desaparición.

Al analista no le corresponde insertarse en el lazo social que prescribe el discurso del amo... si introduce a la experiencia analítica, si introduce al lazo social específico que se teje alrededor del analista como desecho representante de lo que, del goce, permanece insocializable.

* Resumen publicado en Diario do Americano nº 4, del 4 de noviember de este año.

El texto completo puede leerse en www.ebp.org.br/enapol.