El pasado 12 de noviembre estuvo por primera vez en el país la filósofa, psicoanalista, y profesora en Paris 7 Diderot, Julia Kristeva, perteneciente en su momento al famoso grupo Tel Quel, para dictar una conferencia sobre La adolescencia, una enfermedad de idealidad (La crisis de la adolescencia en las sociedades modernas, en crisis de valores e ideales).

Una gala discursiva es el enunciado que representa el acontecimiento del encuentro con la voz, la imagen, el gesto, el saber y el compromiso ético que se traducen en el discurrir de Julia Kristeva en su relato sobre "La adolescencia, una enfermedad de idealidad".

Relato que reunió a más de 300 personas en un Palacio Eventos en Buenos Aires. Convocada por la UNSAM, Universidad Nacional de San Martín, entidad universitaria que se anuncia a sí misma como un "espacio mucho más que un espacio" de enseñanza, esta Universidad es ante todo una experiencia que nace en las fuentes del saber: la imaginación y la creatividad.

Las paradojas jugaron una multiplicidad de efectos y afectos que nos permitieron estar allí acogidos por el movimiento de la palabra de Julia Kristeva en sus entrecruzamientos y repeticiones tejiendo conceptos históricos del saber freudiano, releídos en la cita lacaniana, reconceptualizados en el hacer literario y psicoanalítico de Kristeva.

Algunos fragmentos sugestivos de mi escucha, con las limitaciones y pretensiones que esto significa, transcribo a continuación: "lo que tienen nuestros jóvenes son palabras cansadas"; "el adolescente es un creyente, cree que hay un absoluto"; "el niño no muere en el adolescente"; "en las sociedades de antes, se las arreglaban para arreglar un padre con dificultades"; "hoy no tenemos eso, en la sociedad actual Julia ubica en el ámbito universitario esa posibilidad"; "el final de un análisis es la capacidad de hacer vínculos". Para cortar este complejo y seductor momento, Julia Kristeva cuenta un fragmento de una paciente suya que se representaba con estas palabras: "Yo me viajo".

Después de años de lectura de su escritura, fue una alegría escuchar la musicalidad de su francés unida a la posibilidad inquietante de poder pensar y pensarnos como "adolescentes" que apuestan al saber y a confiar en la oportunidad de las palabras.

*Psicóloga, Docente renunciante Post grado en Facultad Psicología, UBA.