Jueves, 8 de diciembre de 2011 | Hoy
PSICOLOGíA › SEMINARIO DEL CICLO CLAVES DEL PSICOANáLISIS
Por Martín Boselli*
Una de las actividades del Ciclo Claves del Psicoanálisis, durante el año 2011, fue el seminario que se tituló Falta de objeto, división del sujeto y su identificación. El objetivo estaba en articular las categorías de la falta introducidas por Jacques Lacan en el Seminario 4 (Privación, Frustración, Castración), con las tres identificaciones dilucidadas por Freud en el capitulo 7 de Psicología de las masas y análisis del Yo (Identificación originaria, al rasgo y al deseo).
El recorrido del seminario (de La Identificación de J. Lacan) fue útil para arribar a la idea de que estas series tripartitas tienen absoluta relación con el ternario fundamental de Lacan, Real, Simbólico e Imaginario. Estos tres organizan a las otras series y soportan la discusión que Lacan ha sostenido con sus contemporáneos, los postfreudianos durante buena parte de su enseñanza.
En la práctica clínica de diversas corrientes postfreudianas, el concepto de "frustración" tuvo un rol central. Lacan le dio otra dimensión a este concepto, articulándolo a los otros dos dentro del orden RealSímbólicoImaginario.
Otro problema que surgió evidente fue el de la articulación temporal de estos "momentos" como se los denomina en el articulo señalado. Estas categorías que fueron dispuestas por Lacan en una tabla se encuentran articuladas en un orden temporal que se corresponde con los tres tipos de identificación que le conciernen a cada tipo de falta. Nos hemos encontrado con que mejor sería inscribir estas categorías en el nudo borromeo --tarea a desarrollar-. De tal modo evitamos que se produzca la idea de que primero se dará la privación para dar paso a la frustración y finalmente arribar a la castración en un orden cronológico progresivo que nada tiene que ver con la temporalidad que, entendemos, las articula. De modo tal, esta nueva disposición nos permitiría dar cuenta de un modo particular de imbricación de cada una de estas categorías con las otras dos. Por ejemplo, si tomamos la frustración cuyo objeto es real, para que éste cumpla con su función debió haber sido elevado a la dignidad de don simbólico, como consecuencia de la privación, esto es la simbolización de lo real. Todo este proceso podría suceder en un instante, es decir en el acto de la frustración se funda a posteriori la eficacia de lo simbólico (privación del sujeto). Si bien la privación está primero, su anterioridad es lógica, y en el mismo acto se configura su eficacia, así como la actualidad del la castración del Otro.
Asimismo se sigue de estas articulaciones, la necesidad de considerar a los tres tipos identificatorios como tres aspectos de la identificación, que se articulan entre ellos borromeanamente, como las categorías de la falta que le corresponden a cada uno.
*Dictante del Seminario en Ciclo Claves del Psicoanálisis. Integrante de la Comisión Directiva.
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