Hoy que, por primera vez en la historia de la humanidad la madre ha dejado de ser certísima, el macho ha perdido su principal punto de apoyo. Que la vida esté sometida al deseo imprevisible de una mujer es la herida narcisista por excelencia. En realidad, toda criatura humana es, en principio, un objeto que sustituye esa Otra cosa que Freud supo plasmar en la equivalencia pene/niño. La condición deseante -la castración- de la madre, entonces, es una realidad intolerable que explica la función de la represión en el aparato psíquico del neurótico. Al respecto, Slavoj Zizek brinda toda una definición cuando afirma que "el hombre tal vez sea simplemente una mujer que cree que ella [la mujer] sí existe".

Como consecuencia de esta definición bien podemos cuestionar la perspectiva de género, habida cuenta de que macho y hembra serían construcciones del lenguaje al servicio de velar una falta constitutiva de todo hablante ser. Posición que desde el vamos nos invita a interrogar el lugar de la víctima en esta época en la que, desde el femicidio hasta el bullying pasando por los espantosos asesinatos de niños a los que hoy asistimos, la violencia pone en primer plano.

Hoy que la ciencia interviene en lo real de los cuerpos nos preguntamos cuál es el destino de este apoyo en que el macho, desde el fondo de los tiempos, sentó su poderío.

Por eso, si de lo que se trata es qué lugar ocupa una mujer en la fantasía del macho, el psicoanálisis tiene algo para aportar al respecto. Por ejemplo, Eric Laurent observaba: "la idea del psicoanálisis es tratar de inventar una figura de mujer que no sea la virgen, la dama de hierro o la madre sino una mujer que ocupe un lugar en el fantasma del hombre {...} cada mujer quiere ser una mujer particular. La mujer quiere ser amada por lo que ella es. Ella no es todas las mujeres. El psicoanálisis intenta producir -lejos de las antiguas identificaciones- una nueva versión de la mujer. {...} El psicoanálisis puede ayudar a los hombres que piensan este cambio como una castración insoportable a su autoridad. Y evitar, de esa manera, las explosiones de agresividad contra las mujeres sobre las que leemos todos los días".