PSICOLOGíA › ENTREVISTA A JORGE ASSEF, PSICOANALISTA, AUTOR DE LA SUBJETIVIDAD HIPERMODERNA
Integrante de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y doctor en Semiótica, Assef vive en Córdoba. Su interés va más allá del argumento, analiza los otros lenguajes cinematográficos y se deja enseñar por el arte, como proponía Lacan.
› Por María Paula Díaz*
Jorge Assef es psicoanalista, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y doctor en Semiótica. Es autor del libro La Subjetividad Hipermoderna: Una lectura de la época desde el cine, la semiótica y el psicoanálisis. Es parte del comité editorial de la revista Psine.
--Me parece interesante conversar sobre otras maneras o las maneras en que el psicoanálisis podría acercarse al discurso cinematográfico.
--Como introducción quisiera felicitarlos (a todos los involucrados) por la revista Psine, la leí en su totalidad, y justamente quisiera partir desde acá. En la revista hay un artículo del conocido crítico de cine Roger Koza, lo que me parece muy interesante, ya que habla desde otro lugar, de otro cine. Ya sabemos que el cine es una experiencia de masas por tanto su importancia en la subjetividad de la época, pero la crítica de cine cada vez va tomando mayor peso en países como los nuestros, constituyéndose como un discurso crítico (no hablemos de Europa donde ya es una tradición, sobre todo en Francia).
Koza en Psine manifiesta: "estar atorado en el argumento es como tener sexo con una muñeca", manifiesto que por lo general hace el discurso de la crítica cinematográfica.
Sabiendo que todos son de Córdoba y que eligieron este artículo para la revista, preguntarte si han tenido posibilidad de dialogar con él, por cuanto, justamente la mirada y el análisis que hace el psicoanalista se centra en la temática del film, es decir, según Koza estamos atorados.
--Agradezco tus palabras sobre Psine en nombre de todo el equipo. Efectivamente es una publicación muy interesante, tiene la impronta de su Director, José Vidal y el equipo de redacción (Milagros Rodríguez, Lourdes Marini y Gonzalo Zabala). Quienes acompañamos desde el comité Editorial (Diana Paulozky, Gisela Smania y yo) hacemos algunos aportes pero gran parte del trabajo de la revista es de ellos...
--En cuanto a Roger Koza, se trata de un gran amigo del psicoanálisis, hemos hecho muchísimas actividades conjuntas, desde hace por lo menos 15 años, ha participado de cada edición del Ciclo de Cine y Psicoanálisis de la Universidad (http://ciclodecineypsicoanalisis.com), hemos dictado seminarios y cursos en diferentes espacios de forma conjunta, es decir que nuestro diálogo ha sido permanente. Su lectura siempre enseña algo, y es muy enriquecedor aceptar el desafío que nos lanza como espectadores para no quedar "atorados".
Es cierto que los psicoanalistas tendemos a llevar todo el estudio de un film al argumento, creo que puede ser una especie de "vicio profesional", es parte del oficio, estamos acostumbrados a trabajar con el discurso del paciente, allí cuenta lo que el paciente dice o calla, el tono, el ritmo. No estamos acostumbrados a prestarle atención por ejemplo al tipo de iluminación que hay en el consultorio mientras el paciente habla, es que eso es accidental en el ámbito de un análisis y no sucede lo mismo en una película. En el análisis cinematográfico apelar a los otros lenguajes del cine, a los códigos formales, los que van más allá del argumento, es más difícil para los psicoanalistas, tal vez ahí este la clave de dejarse enseñar por el arte como lo proponía Lacan, no siempre sabemos practicar ese desafío.
--Estoy muy de acuerdo, por ejemplo, muchos analistas y críticos de cine toman a Walter Benjamin y su noción de Inconsciente óptico, sacada a partir del psicoanálisis, para hacer una lectura y análisis del cine, pero siempre desde un punto formal, insisto, la imagen habla por sí misma y un psicoanalista si dejara un rato de lado la temática podría hacer buenos aportes al cine a partir del significante imagen.
--Creo que el psicoanálisis puede aportar una lectura desde el campo del goce, ese es un terreno del cual sólo el psicoanálisis puede dar cuenta. Por ejemplo, ¿por qué el profesor de "Whiplash" trata de ese modo tan brutal a su alumno? Los intelectuales, los semiólogos, los sociólogos nos van a poder contar sobre la ideología americana, la exigencia de las primeras ligas en la formación artística, las teorías pedagógicas, incluso los psicólogos pueden hablar de que se trata de la conducta tipificada de un "maltratador" por ejemplo. Un psicoanalista sabe que allí, además de todo eso, está en juego la circulación de un modo de gozar, y esa lectura es un aporte que podemos hacerle a la civilización a partir de la enseñanza de Lacan.
--El cine es un lenguaje y me parece que el psicoanálisis poco accede a éste, más bien siempre trae al cine a su territorio.
--Acuerdo, es lo que comentábamos antes.
--En tu libro "La Subjetividad Hipermoderna" haces un análisis de esta subjetividad contemporánea en la que transitamos desde la narrativa cinematográfica hegemónica de Hollywood. ¿Qué particularidades, si las hay, tendrían las películas latinoamericanas en esta misma contemporaneidad? ¿Qué harían visible en su documentar? ¿Habrías llegado al mismo análisis que haces en tú libro si hubieras tomado un cine periférico?
--Bueno, si tomas la noción de hegemonía de Gramsci, que es de la cual parto para darle cierta densidad y fundamento teórico a la noción lacaniana de "Subjetividad de la época, los productos periféricos están adentro del discurso hegemónico. Fundamentalmente se trata de los S1 (significante Amo) que hacen andar el mundo, uno se puede identificar a eso, volverse un soldado de esa causa, luchar en contra, bombardearlos, ponerse a un costado para analizarlos, pero el orden del discurso está organizado a partir de esos S1, entonces al final siempre encontrás un rastro de esa hegemonía en cualquier manifestación que comparte su tiempo, incluso en las periféricas.
Dalí decía a los artistas que dejaran de esforzarse por ser modernos, porque hagan lo que hagan no iban a poder ser otra cosa, es eso, Win Wenders dice que Hollywood ha colonizado nuestro "subconsciente". Yo quería analizar algo de eso en mi libro. Sería interesante hacer algo similar desde el cine latinoamericano, que hoy está en un momento de gran expansión.
--Se ven cada vez más documentales, al parecer algunos espectadores se están cansando de tantos artificios y también quieren acercar la mirada a esta "realidad" o a otra imagen. ¿Tienes esa misma percepción del espectador? ¿Qué piensas?
--Hay gente que va al cine sólo a olvidarse de su propia vida, a "entretenerse", estoy leyendo Orhan Pamuk que dice "...para la gente como yo, esa segunda vida que viviremos después no es sino el libro que tenemos en las manos", para otras personas la función que tienen los libros para Pamuk la tienen las películas. Lo importante es qué hace el espectador con eso que tiene al frente. En la próxima Psine por ejemplo se toma el film "Intensamente", 5 analistas distintos ofrecen su mirada al respecto, es fascinante verificar que cada sujeto puede ver cosas tan diferentes, y hacer algo tan diferente con lo que ve.
En cuanto a la realidad, imagino que debe ser parecida a la verdad, Lacan nos enseñó que la verdad tiene estructura de ficción, así que no desvalorizaría los artificios a los que recurre la ficción, son instrumentos simbólico-imaginarios con que contamos los humanos para abordar lo real.
--¡Y por último! y como también lo hacen los críticos de cine ¿Cuáles son tus 3 películas preferidas del 2015, y ¿qué recomiendas a todo psicoanalista ver? ¿Qué te tocó de ellas, qué te miró?
--Es difícil, porque este año no he visto tanto cine, me he dedicado más a investigar el género de las series de TV, principalmente las estadounidenses, que como dice Veronique Voruz en el libro Cine y psicoanálisis son el "Backstage de Hollywood", la mejor que he visto al respecto es Mad Men, ¿viste que Jon Hamm ganó el Globo de Oro?
Entonces, no me gusta recomendar, pero me animaría a decir que es un ejercicio interesante para los psicoanalistas ver, aunque sea el capítulo piloto (el primero), de las Series de TV contemporáneas, son productos muy complejos, repletos de intertextualidades, y tienen mucho para enseñarnos si vencemos algunos prejuicios.
--¡Muchas Gracias Jorge! y me dispongo a ver Mad Men, a ver si tenemos una próxima conversación sobre los Backstage de Hollywood.
--¡Muchas gracias a vos!
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