OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Pablo Feldman
Lo que suele ser un acto meramente protocolar, Hermes Binner lo transformó en el primero de gobierno, a 40 días de asumir su mandato constitucional. La entrega de diplomas a los legisladores electos, al Gobernador y a la Vicegobernadora, permitió observar una muestra entorno a cuál es el espíritu que en principio va a guiar la gestión socialista.
Que Hermes Binner -después de recibir su diploma en medio de un aplauso atronador- se haya ubicado al pie de la escalera en lugar de volver a su butaca, para saludar a todos y cada uno de los legisladores electos, no sólo le sirvió para "medir" la reacción de propios y extraños, sino para marcar la cancha: Pudiendo haberse quedado sentado sobre sus más de 850 mil votos, el hombre con mayor respaldo por parte de los santafesinos, se ocupó de saludar a los legisladores de la oposición, y remarcar algunos gestos con la certeza de que no pasarían desapercibidos.
El orden protocolar hizo que luego del Gobenador subiera al escenario del Centro Cultural Provincial la vice gobernadora electa, Griselda Tessio. Al bajar, Binner le tendió la mano, la estrecho en un abrazo y se quedo al pie de la escalera, para sorpresa de la ex-fiscal que suponía que volverían juntos a la primera fila del auditorio que compartieron con el Ministro de Gobierno, Roberto Rosúa -que ofició de anfitrión- y el senador electo por Rosario, Juan Carlos Zabalza, el Ministro designado Antonio Bonfatti, y el diputado Raúl Lamberto, quienes no por casualidad estaban al lado de Binner, en otra señal para dentro y fuera de su partido entorno a quienes componen el "núcleo duro" del socialismo.
Binner esperó al primer senador que recibió el testimonio, Alberto Crosetti, representante del departamento Belgrano por tercer período consecutivo y uno de los que seguramente ostenta la categoría de "interlocutor válido" para el nuevo gobierno. A otro senador que le dispensó mayor efusividad, fue a Ricardo Spinozzi, tal vez la figura más expectante de reutemismo, será otro de los que será tenido en cuenta a la hora del diálogo con la oposición.
"Vamos a tener la mejor relación posible", dijo Binner a la prensa después del acto cuando se lo consultó por el vínculo con el PJ que controla holgadamente el Senado provincial.
El único gesto hosco le cupo al Senador por la Capital, Juan Carlos Mercier, que casi yéndose le tendió la mano a Binner, más que nada porque lo estaban mirando desde la primeras filas, en las que se destacó la soledad del flamante Procurador de la Corte, Agustín Bassó, justo detrás de la butaca de Binner y sin que se sentara nadie a ninguno de sus lados en las largas dos horas que duró la ceremonia.
El saludo con los diputados estuvo marcado más que nada por las relaciones personales, pero cuando se trató de lo futuros habitantes de la Cámara alta, se cuidaron los detalles, como hacer ver a Ricardo Kaufman -representante de Garay- que bajó por el otro lado, pero atravesó el salón para ir a saludar al mandatario electo. Kaufman es otro exministro de Carlos Reutemann, que puede operar como enlace.
Como se vio, más allá del saludo cordial a Norberto Nicotra, o a Mario Lacava, el interés socialista está puesto en el reutemismo residual. Y el bloque de senadores es la expresión política opositora más importante de la provincia. El funcionamiento en bloque, y la referencia sobre el ex-piloto de formula uno son los elementos polítcos de la futura relación, más allá de las aspiraciones de Agustín Rossi -hechas públicas a través de un inédito aviso de agradecimiento de alguien que no fue candidato ni es autoridad partidaria- de los dirigentes que seguirán reportando a Jorge Obeid, o cualquier intento de algún dirigente del interior, que como en el caso de Omar Perotti, revalidó sus títulos, pero está encerrado en Rafaela.
Pronto se sabrá cuál va a ser -al menos en el inicio del período- la relación entre el gobierno y la oposición. Todo parece indicar que Binner tendrá su "luna de miel" y que las primeras leyes -la nueva de ministerios y otras de organización- saldrán sin demoras. Pero la prueba de fuego se dará cuando el nuevo gobierno avance sobre algunas cuestiones que comprometan las asignaciones presupuestarias.
La dereogación de la injusta y antigua Ley Pascutto -lleva el nombre de un diputado peronista que la impulsó y por la cual Rosario no recibe desde hace 20 años ni un centavo de la plata de la lotería- puede ser el primer test. Se verá allí cuál es el criterio del PJ, y sobre todo si se cumple aquello que Carlos Reutemann hizo saber a través de sus voceros acerca de que "hay que garantizar la gobernabilidad". El límite de la negociación probablemente sea para el socialismo la reforma constitucional y la unicameralidad. Si bien figura en el programa votado el 2 de setiembre no parece de vida o muerte. Y en todo caso, si el nuevo Gobernador lo considera determinante, podría apelar a mecanismos de consulta directos y contundentes.
Comienza una etapa en Santa Fe, "queremos hacer una provincia mejor" dijo Binner, diploma en mano. En buena medida depende de su decisión política.
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