Para una de las preocupaciones iniciales del nuevo gobierno provincial se contó con el desinteresado apoyo de la naturaleza. Si bien hubieron numerosos cortes de energía eléctrica en Rosario y su zona, las tórridas jornadas del verano pasado no se reeditaron en la temporada 2007/2008. Desde ya que para quienes sufrieron cortes prolongados en sus domicilios -fueron menos y más breves que otros años- la estadística, o el promedio no le sirven de consuelo. Para más, el cierre de temporada en vez del "sale", trajo el anuncio de un aumento de tarifa que se supone deberá contribuir a garantizar el servicio en adelante. Nadie razonablemente pude cargarle a Hermes Binner -que asumió hace apenas un par de meses- la responsabilidad por el deficiente servicio eléctrico, pero sí se debita en su cuenta el ajuste tarifario, que dicho sea de paso, se da en el comienzo de la gestión, cuando los márgenes de aceptación popular del gobierno siguen siendo amplios aunque no inagotables. Esto lo sabe también el gobernador, que se niega a tocar en lo inmediato la tarifa del agua, y prepara, en cambio, un aggiornamiento del impuesto inmobiliario (sobre todo el rural) que en algunos casos es un anacronismo.

El otro tema "estacional" que preocupaba al nuevo gobierno era despejar un conflicto docente que perturbara el inicio en fecha del ciclo lectivo. Y en ese sentido, la oferta que se hizo después de una corta y franca negociación gremio/gobierno, parece acorde a las promesas de campaña. Los 1480 pesos iniciales podrían ser suficientes como para que después de décadas de hablar exclusivamente de dinero se comience a hablar de calidad educativa. En un par de días AMSAFE dará a conocer cual es su respuesta a la oferta salarial, para pasar luego -en caso de ser aceptada- a discutir otros temas también importantes.

Si se consolida el acuerdo salarial, y se garantiza el ciclo lectivo, estaremos en presencia de un "cambio" de esos que desde las ventosas playas de Mar de las Pampas reclamaba el postergado candidato a Presidente del PJ, Agustín Rossi, cuando Binner no se había siquiera terminado de acomodar en su despacho de la Casa Gris.

Se trataría de un "cambio" realmente importante, tal vez el mayor, aunque sus resultados no se noten inmediatamente. Como complemento, la inclusión en el temario de las sesiones extraordinarias de la legislatura de la creación de los cargos docentes va en el mismo sentido. A lo que hay que sumar la elevación del rango de Cultura a ministerio, que va más allá de la formalidad, y que también dará sus frutos a más largo plazo.

Podría decirse que el tema educativo es el mayor desafío para el gobierno socialista. Sin perjuicio de atender los imperecederos reclamos de "seguridad", que como dijo el gobernador "no se va a solucionar el problema sin inclusión social", donde se puede marcar la diferencia es en educación. Desde allí también se combate la inseguridad, como desde el área de Salud, donde los socialistas pueden exhibir los logros de Rosario, y proyectarlos a todo el territorio provincial. La seguridad no es un tema policial, en todo caso lo es la inseguridad, desde el momento en que fueron insuficientes las acciones en otras áreas para que deban intervenir las fuerzas de la ley. La delincuencia juvenil no se combate efectivamente con "policía de menores" sino con más y mejores escuelas, y más y mayores alternativas para los jóvenes que en la actualidad son expulsados del sistema.

Anteayer, el gobernador -y también el Intendente Miguel Lifschitz- participaron del almuerzo que se sirvió en el Palacio San Martín para agasajar al Presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inazio Da Silva. A la hora de los discursos, Lula improvisó una pieza magnífica que bien puede aplicarse al gobierno de Santa Fe y es de esperar que Binner la haya escuchado con atención. En un tono pausado, sentido, Lula hablo de "gobernar para todos" pero reflexionó acerca de la necesidad de "tomar partido por los que no entran al palacio, ni piden audiencias, ni tienen recursos". Eso solo hubiera sido suficiente, pero fue más allá y hablándole a la Presidenta Cristina Fernández, la impuso de un "compromiso histórico", por su condición de mujer que bien podría traspolarse al gobernador socialista: "No sólo tenemos que hacer una buena gestión por el presente y el bienestar del pueblo, sino por el futuro", reflexionó Lula, palabras más, palabras menos y citó su propia experiencia "si yo fracaso van a pasar otros 150 años para que un obrero pueda aspirar a ser Presidente", sostuvo, y le advirtió a Cristina que "vos y Michelle Bachelet tienen la oportunidad de demostrar que las mujeres están igual o mejor preparadas que los hombres para gobernar en Latinoamérica".

Lula perdió 4 elecciones presidenciales antes de su triunfo para asumir el primer día del 2003. Fundador del PT (partido de los trabajadores) posibilitó el acceso a bancas en el parlamento y gobernaciones de estados a decenas de compañeros. Nunca quiso ser otra cosa que Presidente, para eso se preparó y más allá de los episodios de corrupción de algunos funcionarios de su gobierno, de la deserción de antiguos compañeros de ruta, y de legítimos reproches de votantes del PT que esperaban más y pronto, el Presidente Lula tiene más del 65 % de imagen positiva promediando su segundo mandato.

En la "mesa 1" del salón principal del Palacio San Martín, además de los presidentes estaban los ex, Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner, a quien Lula le recordó que fue Eduardo Duhalde quien le anticipó que sería Presidente. "¿Quién es Kirchner?" dijo Lula que le preguntó al bonaerense cuando le auguró ese destino al entonces gobernador de Santa Cruz. En la "mesa 2", estaba Binner. Sin dudas un lugar preferencial dentro del protocolo. El gobernador seguía con atención, por encima de las cabezas de los otros comensales, al Presidente Lula, a quien conoció cuando ninguno de los dos tenían responsabilidades de gobierno. Al terminar, aplaudió, igual que Julio De Vido que estaba sentado a su lado. "Los gobernantes se definen no ya por su calidad intelectual, sino por las decisiones que toman", dijo Lula que no quiso un "tren bala" para Brasil.