Lunes, 30 de junio de 2008 | Hoy
OPINIóN › SIETE DIAS EN LA CIUDAD
Termine como termine, la disputa con el campo por las retenciones no es la única disputa fuerte en el horizonte. En estos días la provincia verá cómo comienzan a llegar en tandas los reclamos de aumentos salariales cuando aún no se han agotado las instancias de los últimos acuerdos alcanzados con maestros, agentes públicos y trabajadores municipales. Los salarios contra los precios, la madre de las batallas.
Por Leo Ricciardino
Sólo los problemas con el campo y el protagonismo de una provincia productora como Santa Fe han dilatado los inconvenientes que ahora comenzarán a aparecer una vez encaminado el debate sobre las retenciones en el Congreso de la Nación. Y los problemas de esta provincia no difieren demasiado de los que tiene el país en su conjunto a la hora de enfrentar la movida de precios que ya comenzó a comerse los recientes logros salariales.
Ya lo dijo el propio gobernador Binner esta semana: "No hay manera de aumentar salarios en el Estado si no se aumentan los impuestos". Y es una afirmación que siempre aparece pero que en realidad tiene la torpe intención o bien de amedrentar al sector que está reclamando el incremento de sueldo o bien de sacudir a la sociedad para que repudie a ese sector. Pero la fórmula -que ya utilizó el intendente Miguel Lifschitz en varias oportunidades- nunca da los resultados esperados. Nadie más que el propio gobernante queda encerrado en ese dilema ya que trabajador y contribuyente piensan lo mismo: "Que lo resuelva el gobierno", básicamente porque trabajador y contribuyente son -en un gran porcentaje- una y la misma cosa.
Pero el problema existe, es bien real, aunque mucho más profundo para Lifschitz que para Binner, ya que desde la Casa Gris hay más posibilidades de generar recursos que desde el Palacio de los Leones.
Aquí en Rosario lo que se viene es el incremento del transporte urbano de pasajeros -otra vez en poco tiempo- porque la posibilidad de conseguir un incremento de los subsidios nacionales es casi nula. Y por otra parte, el gremio de los municipales que recién el próximo mes termina de cobrar el último aumento de sueldo ya acordado, está viendo de cerca la evolución de la inflación pero ya sabe que más temprano que tarde tendrá que ir por otro pedido de incremento salarial.
En la provincia, lo que parecía primero un pedido aislado de Amsafé Rosario, terminó sumando a todos los gremios de la educación en el pedido de recomposición salarial que se hará escuchar en el paro del 8 del julio. Un eco al que podrían sumarse otros sectores del Estado.
Pero la provincia tiene espaldas para afrontar este y otros embates que llegan respaldados por situaciones de estricta justicia. No así la Municipalidad de Rosario y otros municipios y comunas que -más allá de las que se vieron directamente afectadas por la larga crisis del agro- no tienen prácticamente posibilidades de sumar recursos genuinos sin que éstos provengan de un aumento en la coparticipación. Y esa pelea ya ha comenzado. El fin de semana el presidente de la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados de Santa Fe, Luis Rubeo aseguró que el gobierno "no avanza en aumentar la alícuota de coparticipación del 13 al 18 por ciento", tal como lo establece un proyecto que está en la Legislatura y que fue consensuado en su momento con intendentes y jefes comunales de distintos puntos de la provincia.
Y es aquí donde también el gobierno provincial presentará sus acreencias con la Nación, o al menos, las que cree que le corresponden en materia de las retenciones que se aportan: Unos 10 mil millones de pesos en este año, prácticamente una suma igual al presupuesto que tiene Santa Fe para funcionar durante 365 días. Como se ve, en los meses venideros todos irán por más en una cíclica disputa por tratar de equiparar las cargas. No todo empieza y termina con el campo, eso es seguro.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.