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Desde un variado espectro opositor se busca hoy poner freno a las políticas gubernamentales que han sacado a la Argentina del prolongado ciclo de estancamiento y decadencia. Escuchamos clamar por calidad institucional a gentes que vivaron a las dictaduras o ensalzaron una Corte Suprema de Justicia que, para vender el patrimonio argentino, convalidó el desguace de la República. Escuchamos gente que, exhibiendo un localismo demagógico, ramplón y corto de miras, se proclama federalista, pero aplaudió los pactos fiscales cavallistas y una paridad cambiaria que quebró la producción industrial, puso un cepo al turismo y arruinó las pequeña producción rural en los '90, generando un mar de desempleo muy funcional a la baja de salarios y el empleo en negro.

Entre el vocinglero coro que rechaza crispadamente todo lo que el gobierno hace o propone, no se vislumbra nada que busque superarlo y corregirlo. Las coaliciones opositoras que se atisban no buscan sino retrotraernos a un pasado injusto y humillante. Por intereses minoritarios y mezquinos, o como atajo para acceder a un voto que les ha sido esquivo, asistimos a una campaña demagógica que no repara en dañar institucional y económicamente al país con tal de frenar los avances en distribuir el ingreso, defender el trabajo y la producción nacional que se han logrado en estos años.

Fracasado el intento de bloquear la recuperación nacional desde una coalición antiperonista, asistimos ahora a un intento de quebrar la hegemonía kirchnerista al interior del justicialismo.

Por eso hoy más que nunca ratificamos nuestro apoyo al proceso político que impulsara el ex presidente Kirchner, y que continúa hoy Cristina Fernández. Con sus más y sus menos, éste es el mejor gobierno que ha tenido la Argentina en los últimos 50 años. La necesidad de superar carencias y corregir errores no nos llevará nunca a añorar a Menem, sino a redoblar el compromiso militante por una Patria más justa y soberana.

En Rosario, el gobierno socialista exhibe signos de agotamiento y cansancio político. El Frente para la Victoria debe terminar de estructurar una oposición firme y unida que signifique una opción superadora para gobernar. No porque la alternancia sea un valor en sí misma, sino porque la ciudad necesita de una fuerza política que gestione un nuevo ciclo de gobierno.

* El próximo lunes 16 a las 19, la Agrupación 17 de Octubre realizará una reunión en Rosario para expresar su apoyo a la re﷓elección de Agustín Rossi como diputado nacional.