Domingo, 29 de marzo de 2009 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLíTICO
Por Pablo Feldman
Si alguna esperanza quedaba entorno a acordar una lista de unidad para las elecciones legislativas del 28 de junio, esta se esfumó en la noche del jueves cuando el peronismo votó dividido en la Cámara de Diputados de Santa Fe el tratamiento del presupuesto remitido por el Poder Ejecutivo. El número suficiente de diputados que responden a la conducción de Agustín Rossi acompañó a la bancada oficialista posibilitando la mayoría especial requerida para dejar en firme el proyecto original que el Senado -con mayoría del reutemismo- modificó al gusto del ex ministro de Carlos Reutemann, Juan Carlos Mercier. Al finalizar la reunión de la Cámara baja se suscitaron algunas escenas grotescas, protagonizadas entre otros por el senador vanrelista -devenido en ultrarreutemista- Alberto Monti que aludió a "la Banelco" en relación al vuelco de sus pares del PJ a instancias del socialismo. La temeraria acusación del legislador no fue acompañada de ningún otro elemento, desdeñando lo que significó ese episodio en la vida política el país. Pero Monti sonreía mientras celebraba su "ocurrencia", tal vez sin importarle demasiado que por entonces hubo muertos en las calles, y la caída de un gobierno constitucional. La disputa la cerró el jefe del bloque del PJ, Luis Daniel Rubeo que se limitó a sentenciar "cree el ladrón que son todos de su condición".
La escena siguiente se ubica en un nivel de razonabildad y discusión política de la que seguramente no participan personajes como Monti, sino dirigentes de mayor talla; especialmente Carlos Reutemann y Agustín Rossi. Desde antes de conocerse el cambio de la fecha de elecciones, desde el sector de Rossi vienen reclamando la convocatoria a elecciones internas. Desde el reutemismo, el Presidente del PJ, Ricardo Spinozzi dilató la respuesta todo lo que pudo, y se comprometió a convocar al partido a las 48 horas de estar resuelto el nuevo cronograma. Ese lapso ya ha vencido y ahora el nuevo parece ser el martes, pero no más allá del último día de marzo.
No hay ningún indicio que permita avizorar que en las próximas 48 horas se llegue a un acuerdo, y sí en cambio que se avance hacia una decisión salomónica que sería declarar la "prescindencia del PJ" y que cada quien haga lo que mejor le parezca. El argumento será que no hay tiempo para las internas, cuando en rigor sí lo hay, pero Reutemann no quiere.
Rossi no tiene manera de forzar las elecciones, y lo que espera a estas horas es que su candidatura no sea "bajada" desde Olivos para facilitar un hipotético acuerdo con el ex piloto de Fórmula Uno. Después de todo, el "Chivo" marcha invicto en la conducción del bloque en la Cámara de Diputados de la Nación, y a esta altura nadie podrá pensar que un triunfo de Reutemann en Santa Fe podría computarse como una victoria del oficialismo. De esto tomó nota Néstor Kirchner después de mucho cavilar y esperar -vanamente- que el Lole "juegue para el peronismo". Cualquiera que conozca al ex gobernador sabe que siempre juega para él. Pero en el reutemismo esperan -sin más argumentos que no dejar que el socialismo aparezca triunfante en la tapa de los diarios del lunes 29 de junio- que desde Olivos haya una movida que le permita a Reutemann encolumnar al PJ. Parece una pretensión descomedida, sobre todo porque después de la votación de la 125 -hace varios meses- el Lole no volvió a acompañar y cada vez que pudo se diferenció del gobierno de Cristina de Kirchner hasta en un tema que no afectaba los intereses de Santa Fe -como el cambio de fecha de elecciones- que dijo defendería "a capa y espada".
El enroque del que tanto se habló para mandar a Rossi al gabinete, el diputado rosarino no lo aceptaría, y lo que es más importante a nadie con un mínimo de cálculo político se le ocurriría plantearlo sin pensar que eso es aceptar de antemano una doble derrota. Porque esa movida no garantiza ni remotamente que Reutemann vaya a sacar más votos que los candidatos del socialismo.
Lo que habrá que ver de aquí en más es cuáles serán las estrategias para seducir al electorado santafesino. Sobre todo en el PJ que viene de perder dos elecciones seguidas -las legislativas fuera de la presidencial en las que Binner le sacó 10 puntos de ventaja a Rossi, y las de Gobernador, por primera vez en casi un cuarto de siglo-. Poco después de esa última, Jorge Obeid ganó por poco, pero ganó, las elecciones legislativas y alivianó el peso de haber sido el gobernador peronista que le entregó el poder al Socialismo.
Reutemann -que todavía no confirmó que se será candidato- pretende una campaña tranquila, sin agravios, sobre todo de sus compañeros. No resultará sencillo salvo que haya una orden expresa de Néstor Kirchner, que no se ha caracterizado por su magnanimidad a la hora de las contiendas electorales. Reutemann no habla con Rossi pero sí quiere hacerlo con Kirchner, ya sea personalmente o a través de algún interlocutor que podría ser el inefable "Chueco" Mazzón, padrino de las últimas derrotas, pero activo en Olivos. ¿Qué podría ofrecer el Lole a cambio? Hay quienes sostienen que la candidatura ofrecida a Eduardo Buzzi para que encabece su lista de diputados nacionales para enfrentar a Agustín Rossi podría ser un valor de cambio. Por ahora nadie ha desmentido tal oferta y a Buzzi -que no se ha manifestado- le costaría mucho explicar ese salto dentro de la Federación Agraria, aunque hay que asignarle un margen de éxito sobre todo después de estar al lado de Miguens y Biolcatti, sin ponerse colorado ni perder la sonrisa.
En el socialismo siguen con atención esas alternativas, y gozosos de haber recibido este regalo del cielo, producto de la interna peronista más que de las ansias de gobernabilidad que expresaron los diputados opositores que votaron con el PS.
En cualquier caso Rubén Giustiniani será el candidato a Senador y un o una radical encabezará la lista de diputados nacionales. No hay certeza entorno a los nombres aunque algunos suenan más fuerte que otros. Lo que sí va a exigir una definición política es el perfil de esos candidatos. Sobre todo de quién acompañe al Presidente del PS que deberá ser una mujer y del norte provincial. Para eso se está "probando el traje" María del Carmen Alarcón, ex secretaria privada del Lole y diputada por la misma razón, hoy en el gabinete de Hermes Binner y recorriendo los piquetes al frente de su organización "Pampa Sur". Desde ya que no es el único ni el más relevante de los nombres que circulan, pero como parece moda eso de desafiar la lógica -Buzzi con Reutemann y la Rural- en algunos despachos del gobierno no ven con malos ojos que Alarcón sea la candidata. Pero fieles a su estilo, los socialistas no hablan de esto en público, aunque esta vez hay indicios de que el Presidente del partido no estaría muy cómodo con su coequiper. Esto recien empieza.
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