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Hay una serie de imprecisiones que han sido vertidas por el Ministro de Economía de la Provincia, Angel Sciara, acerca del déficit de las cuentas provinciales del primer trimestre del corriente año. En primer lugar, de acuerdo a las cifras publicadas en la página web, el déficit para el primer trimestre del 2009 alcanzó los 271 millones de pesos. Más allá del guarismo, el señor Ministro afirma que "... ese resultado financiero ya estaba contemplado en el Presupuesto aprobado en la Legislatura". Esta afirmación está lejos de la verdad, ya que desconoce el hecho fundamental que el presupuesto aprobado contempla la administración de las cuentas públicas correspondientes a un período de 12 meses completo, sin realizarse ninguna desagregación mensual. Por lo tanto, es falso que los legisladores, tanto justicialistas como socialistas, hayan aprobado un presupuesto que vislumbrara un déficit de esta magnitud apenas comenzado el año.

De hecho, el presupuesto aprobado correspondiente al año 2009 prevé un superávit cercano a los $ 120 millones. Pero de acuerdo a las declaraciones vertidas por el ministro, dada la incapacidad de predecir la evolución en los próximos meses, nada garantiza que dicha meta sea alcanzada hacia finales de año.

Más aún, surge de sus manifestaciones que la importancia del superávit es relativa, ya que considera que "pretender tener superávit en un momento de recesión como el que estamos atravesando, realmente es impropio e improcedente". Pero, por otro lado, se sostiene que el Gobierno ha sido absolutamente responsable en el manejo del gasto. Si analizamos las cifras, los gastos, en particular los corrientes, esos que derivan del funcionamiento del estado, de la cantidad de funcionarios, gastos de representación, reintegro de casa y comida -de funcionarios- entre otros han crecido un 38,0%, frente a un crecimiento de los recursos de apenas el 21,9%.

Por otro lado, Sciara planteó que la oposición "gobernó en la abundancia". Pero lo más llamativo es que sostiene que gobernar en esa situación es fácil. Sin embargo, administrar nunca es fácil, porque en esas épocas es cuando hay que evitar endeudarse fuertemente, como lo hicieron otras provincias, manejando de forma austera el gasto, dado que es altamente rígido. Esto fue lo que se hizo durante las gestiones previas, de modo que al asumir, el Gobernador recibió una provincia cuya solidez era suficientemente fuerte como para enfrentar una crisis. Contó con un Fondo Anticíclico, con alta capacidad de endeudamiento y con una estructura tributaria que fomentaba las inversiones. Las buenas administraciones se ven en estas épocas, cuando las demandas son muchas porque existe la apariencia de sobreabundancia de fondos, pero también el buen administrador sabe que después de las vacas gordas vienen las vacas flacas, y tal como en su momento hizo el faraón, la anterior gestión acumuló fondos para enfrentar los momentos recesivos actuales.

Bajo la visión del ministro Sciara, solucionar las necesidades sociales es el punto principal. Desde el justicialismo siempre apoyaremos las medidas tendientes a remediar los problemas, mientras que ellas no impliquen crear superestructuras burocráticas e incorporar funcionarios con sueldos obscenos, bajo la excusa de que es imprescindible para cumplir con esos objetivos.

Por último, consideramos deshonesto sugerir que el déficit permitiría contener el desempleo, cuando los fondos sociales apenas representan menos del 4% del Gasto de la Administración Central. Además, la obra pública programada no tiene impacto productivo, lo que significa que a futuro el recupero de la inversión va a ser muy bajo porque no generará ingresos. Aplaudimos los proyectos de construcción de Hospitales y Centros de Salud, pero creemos que se debió haber pensado en inversiones similares que generen producción y trabajo.

*Diputada provincial del Justicialismo.