Imperdible: serán sin dudas conciertos para disfrutar, para aprender, para conocer nuevos valores, nuevas batutas, nuevas sonoridades, nueva música. Y todo, de la mano de un grupo local, al que hay que apoyar con la presencia, con la participación tan necesaria que como audiencia podemos dar. Tal vez no medimos la importancia del hecho de ir a escuchar una orquesta en vivo, un lujo para la época de ultra tecnología en la que vivimos, en la que paulatinamente la electrónica va destronando al ser humano. Disfrutemos de lo exquisito de asistir a un concierto en vivo, con sus aciertos, con sus errores, con la magia de las sonoridades que se crean - sumando el murmullo del público, los armónicos de los instrumentos, los sonidos del exterior que invaden invariablemente la sala -, con el aporte de lo visual que hasta nos permite aprender. Aprovechemos este tesoro que aún conservamos como reliquia: la posibilidad de degustar un concierto a cargo de un organismo vivo, como lo es nuestra orquesta Sinfónica Provincial.