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El fin de año es propicio para el balance. Pero no queremos realizar un mamotreto aburrido ni un auto elogio de la tarea legislativa, sino una pequeña reseña de la labor que llevó adelante la comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados que tuve el privilegio de presidir en los últimos dos años.

Lo primero a destacar es la voluntad de consenso de todos los diputados de la comisión que se reflejó en la calidad de los proyectos aprobados. Y otra característica del trabajo fue privilegiar las iniciativas de corte estructural y de fondo, que implicaron mucha discusión, consultas a especialistas y análisis profundo, antes que la salida rápida de proyectos menos complejos.

Dos de las leyes más trascendentes fueron la creación de los comités mixtos de Salud y Seguridad en el Trabajo que puso en el mismo plano a trabajadores y patrones, dotando a los primeros de un nuevo derecho fundamental y la paritaria docente.

Pero también merecen ser destacadas la emergencia laboral que permitió cuidar los puestos de trabajo y enfrentar la crisis con mayor fortaleza y la expropiación de dos empresas: el hipermercado Tigre -a cargo ahora de la cooperativa Trabajadores Solidarios en Lucha y la Manufacturera Textil San Justo.

El trabajo en la comisión de Asuntos Laborales ha sido un auspicioso ejemplo. Una experiencia donde la diversidad política e ideológica no ha sido obstáculo sino más bien garantía del enriquecimiento de los proyectos surgidos siempre por consenso de sus integrantes. Sumado a esto, debe destacarse el rol clave asumido por los empleados y asesores de la comisión y la metodología de trabajo asumida por los diputados, donde la marca fue la consulta permanente a especialistas que asistieron a debatir los más trascendentales temas.

Que valga la experiencia para encarar el vasto y arduo trabajo que nos queda por delante. Falta mucho por hacer.

* Diputado provincial del Frente Progresista