OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Pablo Feldman
En diez días a más tardar el gobernador Antonio Bonfatti firmará el decreto de convocatoria a elecciones en la provincia de Santa Fe en fecha coincidente con los comicios para legisladores nacionales, es decir después de tantas idas y vueltas serán simultáneos los comicios, lo cual exigirá un entrenamiento al efecto -se trata de sistemas y boletas diferentes- que no será demasiado complicado pero sobre el que hay que hacer docencia, con la tranquilidad que da saber que el electorado de esta provincia ya probó ambos por separado y sobrevivió, además, a la aplicación por una década de la promiscua Ley de Lemas.
Por lo tanto, la discusión política se dará en dos frentes, el nacional y el local. Sobre éste último tendrá incidencia la gestión provincial, pero por tratarse de renovación de concejales y de un puñado de intendencias o presidencias de comunas -siete en total- el peso de los referentes territoriales era determinante.
Este escenario en Santa Fe se ve potenciado nada menos que por la presencia del candidato presidencial que salió segundo -si bien a enorme distancia- en los últimos comicios. Hermes Binner tratará de capitalizar esa "chapa" en unos comicios que lo tienen como favorito, no solo por sus propios méritos sino por ausencia de figuras de peso electoral.
El peronismo, que no es solo el Frente para la Victoria, lo padece. Agustín Rossi es el jefe de bloque de una bancada oficialista más efectivo desde la recuperación de la democracia. Sin embargo ese capital político no se traslada a la esfera de las candidaturas ya que Rossi en dos elecciones consecutivas -para diputados en el 2009 y gobernador en 2011- quedó relegado al tercer puesto y muy lejos del segundo.
Pero el problema no es de Rossi solamente, o del FPV, el peronismo enfrenta un dilema con las candidaturas a partir de la reaparición de Jorge Obeid y la deserción de María Eugenia Bielsa. ¿Es posible la "unidad del peronismo" que pregona el ex gobernador después de la diatriba de Bielsa contra Rossi? En el remoto caso de una respuesta afirmativa, ¿quién se baja al tercer lugar en una lista que no garantiza siquiera esa posición como certera para ingresar al Congreso?
El escenario es una boleta Binner-Mario Barletta, Alicia Ciciliani, Pablo Javkin por el FAP; Miguel Del Sel, Laura Weskamp, por el PRO; el entente Pino Solanas-Carrió que busca candidato, otras fuerzas menores y el PJ.
¿Rossi iría tercero en la lista de "unidad"? ¿Obeid aceptaría ese lugar? Porque aun no siendo María Eugenia Bielsa, el segundo es para una mujer según la ley electoral ya que Rossi ingreso solo a la Cámara en los últimos comicios. Y en el caso de que hubiera un acto de "grandeza" de alguno de ellos, la pregunta mas importante: ¿A CFK le "cierra" una lista donde el único incondicional es Rossi? Esto sobre todo pensando en que en la primavera no se juega solo el 2013 sino que se proyecta el 2015. Algunos analistas del peronismo santafesino sostienen que no hay que excluir al secretario de transporte Alejandro Ramos de la que será la lista oficial del peronismo. Esto lejos de aportar a una solución es una complicación más, ya que se trata de otro hombre del sur provincial y el PJ se ha empeñado en respetar el equilibrio territorial.
En este contexto va a ser importante una vez mas lo que se "cocine" en la Casa Rosada, aunque a tenor de los resultados de sus participaciones, el "chef" Juan Carlos Mazzón no puede preparar un huevo duro. "El Chueco hace lo que le dicen", justificó un dirigente del FPV minimizando el poder que tendrá en el armado de la lista este viejo amigo y operador desde los tiempo de Carlos Menem en el despacho principal y José Luis Manzano en el Ministerio del Interior. "El Chueco es como ese viejito de lentes que está al lado del Papa en el balcón, vio pasar a varios, diferentes, pero él siempre está allí", exageró el dirigente que no pudo sustraerse de la ola franciscana que recorre el mundo.
A propósito, después de años de soledad, Carlos Reutemann reapareció con declaraciones públicas, y no en un programa político, sino religioso. Allí el Lole -que sigue siendo senador por Santa Fe- dijo: "Tengo el mismo estilo y formación que Francisco". Ponderó los conceptos del sumo pontífice entorno a la corrupción, la pobreza y el poder y agregó: "No me sorprende porque lo escuché en el secundario". A esta altura, y después de hacer memoria, al tomar nota de semejante paralelo, este cronista recuerda que ante la irrupción de Lula en el gobierno del Brasil, Reutemann apuntó: "Yo me identifico con su estilo y su pensamiento". Después de tamaña exhibición de sincretismo a los santafesinos no les queda otra cosa que lamentarse por lo que se están perdiendo. El Lole después de hablar con el Padre Ignacio dijo que no daría más entrevistas, eso sí antes de despedirse sostuvo: "En política es clave mantener convicciones, siempre que uno mantenga los principios, las personas saben claramente cuándo están haciendo las cosas, cómo hacerlas, y saben cuándo van por zurda". Amén.
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