OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD
A 35 días del hecho, la intendenta Mónica Fein tomó la decisión de separar de sus cargos a los titulares de Inspecciones y de Concesiones por la tragedia del parque donde murieron dos nenas en la rueda gigante. Fue después de que el juez los citara a declaración indagatoria. El caracter "temporal" que se les pretende dar a las renuncias no hace más que acentuar el caracter concesivo de la decisión.
› Por Leo Ricciardino
Desde esta misma columna se había anticipado que la única forma que tiene de reparar, en parte, la política es con la salida de un funcionario. Es decir, si algo grave pasa en un área del Estado, la mayor parte de la veces ese funcionario debe renunciar por más que no sea directa su responsabilidad en el hecho. Y el acontecimiento fue más que grave: La muerte de dos niñas por la falla mecánica de la rueda gigante del parque Independencia. En ese momento correspondía que el titular de inspecciones del municipio, Gregorio Ramírez, diera un paso al costado. Porque la falla se produjo por falta de inspección. Poco importa lo que diga el pliego de concesiones acerca de que los controles quedaban a cargo del propio concesionario. Estaba escrito, pero ahora es evidente que estuvo mal escrito y que ya no volverá a ser así.
Pero en lugar de pedir la renuncia de Ramírez al día siguiente de la tragedia, la intendenta Mónica Fein y sus funcionarios más cercanos se empeñaron en defenderlo como si en esa defensa les fuera el futuro de la administración. Un error claro que ahora la propia intendenta enmendó separando al mencionado funcionario del cargo y también a la titular del área de concesiones municipales, Hilda Gontín.
La vergüenza de ver que la justicia fue más rápido que la política fue ya insostenible. Antes de tomar la decisión el sábado por la tarde, los concejales opositores Jorge Boasso y Diego Giuliano, se hicieron un festín por los medios destacando que los dos funcionarios de alto rango habían sido citados a indagatoria por el juez Juan Carlos Curto que investiga el hecho. La indagatoria no quiere decir que habrá alguien que termine preso por la muerte de las dos niñas, pero sí da un claro indicio de que el magistrado considera que hay semiplena prueba de la responsabilidad del hecho caratulado como estrago culposo agravado.
"Hicieron lo mismo que con (Hugo) Tognoli, se resistieron a echar al entonces jefe de Policía acusado por sus vínculos con el narcotráfico hasta que se los tuvo que echar la propia justicia federal", dijo Giuliano antes de conocer la decisión de Fein de separar a Ramírez y Gontín.
A ningún gobierno le agrada que los medios o la oposición le echen a un funcionario, pero cuando las decisiones se toman a destiempo es peor. A esta altura ya todos están enfurecidos y la salida de los nombrados sólo cubre en parte una mala maniobra del municipio. Hay que decir claramente que ni Ramírez ni Gontín están imputados personalmente y nadie duda de la honorabilidad de nadie. Lo que aquí está en juego es la responsabilidad política y penal por dos chicas muertas. El juez Curto avanzó más rápido en la responsabildad que se juega en tribunales (por más que sean declarados libres de culpa y cargo) que la intendenta en establecer la responsabilidad política.
Esta misma semana la intendenta Fein había señalado públicamente su línea de pensamiento al explicar que no separaría a ninguno de sus funcionarios porque "hay un sumario interno y una causa judicial que respetar". Se perdía en ese momento la posibilidad de anticiparse a los hechos y evitar la salida escandalosa de Ramírez y Gontín.
El otro error fue pelear hasta último momento en el Concejo para evitar la presencia de los funcionarios nombrados más el secretario de Gobierno Fernando Asegurado y el titular de Seguridad Ciudadana Luis Baita. Está claro que los opositores también juegan políticamente y pretenden sacar un rédito de su accionar, pero ¿no tiene el Ejecutivo confianza en que sus hombres puedan tener un buen desempeño en una interpelación directa y obtener algún "triunfo" de cara a la opinión pública?. Parece que no.
Una equivocación más se suma al darle caracter de "temporal" a la separación de Ramírez y Gontín. Seguramente no volverán a ocupar esos mismos cargos, pero hay que decirlo de manera terminante. Se van y se van. Porque si no, encima que se van tarde y a regañadientes no terminan de retirarse del todo de sus despachos oficiales. A mitad de camino, la decisión de Fein profundiza su caracter concesivo.
La cercanía en el tiempo a la tragedia de calle Salta 2141, convirtió al deceso de las dos nenas de Rafaela en un accidente de menor dimensión. Incluso hasta fue triste ver la gran multitud que se juntó a un mes de la explosión en la que murieron 21 personas; comparada con la soledad extrema que tuvieron los familiares de las niñas muertas a los que se los vió muy solos al cumplirse también treinta días de aquel trágico sábado de agosto. También hay allí otro componente social para analizar en medio de tanta euforia de solidaridad. No está nada mal lo que pasó en Rosario con la reacción frente a un hecho doloroso que nos conmovió a todos; pero también debemos ser concientes y preguntarnos por qué no nos conmueven de la misma manera distintas tragedias que incluyen la muerte o el sufrimiento extremo de las personas.
En este punto hay que decir que el municipio sí actuó de la misma manera. Los familiares directos de las nenas fallecidas en el accidente de la rueda gigante han destacado una y otra vez el apoyo que han recibido desde el municipio, como así también la ayuda constante de los cultos evangélicos a los que esa familia pertenece. De la misma manera todos valoraron la sensibilidad y la actuación a la altura de circunstancias tan difíciles que tuvo el municipio, y en particular la propia intendenta Fein.
Por eso fue un error tanto de opositores como de oficialistas emparentar ambos casos. Desde el municipio se intentaba diluir en un accidente más grande lo que había pasado en el parque. Y desde la oposición se quería hacer ver que en los dos hechos había responsabilidad local. Las dos posturas están ciertamente reñidas con la verdad: La municipalidad de Rosario tiene una responsabilidad directa en la tragedia del International Park, pero no en la de Salta 2141 donde claramente la empresa Litoral Gas es apuntada por sus incumplimientos y falencias. Por eso en esa tragedia mayor nadie pidió la renuncia de nadie, porque hay una empresa privada de por medio y la figura del Estado queda diluida detrás de borrosos burócratas del Enargas.
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