El ataque contra la moneda que acaba de recibir nuestro país nos ha recordado una lección que la historia económica argentina y latinoamericana cada tanto repite: la debilidad de nuestras economías frente a la necesidad de acumular reservas en moneda extranjera suficientes para garantizar el crecimiento económico sostenido. Esa debilidad, que se origina en la concentración de la generación de divisas en determinados sectores, deber ser imperiosamente corregida.

El reciente proceso devaluatorio produjo el traslado a precios que ya estaban cubriendo con suficiencia los rindes de las empresas, que por meses han venido ajustándolos sin un correlato verificable en la estructura de costos. Resulta imprescindible recomponer el poder adquisitivo de los sectores populares con niveles previos al golpe devaluatorio que auspició el mal llamado mercado, las empresas concentradas y los sectores agroexportadores.

A continuación proponemos una serie de medidas:

1) Nacionalización del comercio exterior. 2) Recuperación estatal de los puertos. 3) Devolución del IVA de los consumos a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y otros programas sociales. 4) Incremento significativo de la Asignación Universal por Hijo. 5) Negociaciones colectivas que incorporen el derecho a la información de los trabajadores para acceder a la estructura de costos de las empresas, como así también su participación en las ganancias de las mismas. 6) Control de los acuerdos de precios vigentes con participación popular 7) Impulso a los mercados centrales, especialmente de alimentos para que lleguen del productor a los consumidores. 8) Participación del Estado en el directorio de empresas que involucren la producción y/o comercialización de bienes de consumo popular. 9) Impuesto a las transacciones financieras. 10) Plan de promoción de exportaciones y sustitución de importaciones para empresas nacionales con incentivos fiscales.

* Partido del Frente Grande