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Jueves, 5 de junio de 2014

OPINIóN

Sobre la contaminación auditiva

 Por Gonzalo Gorostarzu *

Este año, el lema del Día del Medio Ambiente, que se celebra hoy, es: "Alza tu voz, no el nivel del mar". Y relacionado al tema de alzar la voz, los rosarinos estamos privados de los verdaderos sonidos, los de un ambiente sano y equilibrado. Tomando en cuenta este problema local, se podría modificar la frase por "Haz oír tu voz, levanta edil la mano".

Rosario cuenta con una ordenanza sobre ruidos. Hasta aquí todo bien desde lo nominal. Pero vale aclarar que la misma data del año 1972. Qué ha pasado desde ese año hasta la actualidad? No solamente han evolucionado los instrumentos de medición, sino también que las normas por las cuales se regían han quedado obsoletas o incluso algunas han desaparecido, rubros que ya no existen u otros que fueron creados.

Tomando nota de estos inconvenientes, el ingeniero Federico Miyara empezó a elaborar un proyecto de ordenanza superador. Pasaron casi dos años hasta que el concejal Alberto Cortés, hoy mandato cumplido, lo ingresó en el Palacio Vasallo. Pasado ese tiempo, y ya con Cortés fuera del Concejo municipal, este proyecto esta próximo a naufragar por vencerse los plazos legales mientras sigue dando vueltas en las comisiones parlamentarias.

Por qué es prioritario? Rosario ha crecido en estos 40 años y con ella los niveles de contaminación auditiva. Como muestra, basta pararse en cualquier esquina para padecer las penurias de las bocinas, chirridos de colectivos, máquinas viales realizando arreglos o algunas de las obras que el boom inmobiliario nos legó. Hoy es mínima o nula la diferencia entre los ruidos diurnos y los nocturnos. Qué inconvenientes trae esto? Según la OMS se establece un nivel de ruido seguro de 70 decibeles. Con valores superiores a éstos y con una exposición casi permanente como sufrimos, estamos en riesgo. Mas de 200 mil personas mueren anualmente a causa del ruido. Además produce problemas de aprendizaje, insomnio, mareos, hipoacusia y acúfenos, un tipo de disfunción auditiva que hace escuchar ruidos en forma permanente aunque no los haya. Hoy los niveles permitidos en espacios de esparcimiento son de 80 decibeles, pero los valores reales se elevan a mas de 105 db porque sumado a la música tenemos el de las conversaciones (a los gritos). En proyecciones se ve que un adolescente de 15 años sometido a esos niveles por 6 horas semanales al llegar a la edad de 30 años padecerá diversos grados de hipoacusia, en un 27 por ciento de los casos. Si tomamos en cuenta que se escuchan a niveles de volumen más altos, los auriculares por el ruido ambiente, estamos criando generaciones de personas con disminución auditiva.

Es necesario elaborar un "mapa de ruidos" para luego "diagnosticar" . Eso habla de proyectar, de educar y de armar una ciudad a largo plazo, no con simples parches. Con esta información se puede adecuar el tránsito y encontrar las fuentes de ruidos para tener un real ordenamiento urbano.

Claro que debemos contar con algún edil que tenga ganas de leer las 16 paginas de este proyecto, cosa que hasta ahora, se ve, no han tenido, y que pueda seguir su curso en las comisiones correspondientes para luego aplicarse. Esto redundará en aumentar la calidad de vida de los rosarinos y de quienes vengan a disfrutar de nuestra ciudad.

* Los Verdes.

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