Cuando el próximo jueves, a las 19, Víctor Hugo Morales presente su último libro, El rebenque del diablo. Cablevisión y yo, La guerra del fútbol y la justicia para pocos, se producirá un encuentro, o más, que podrán mirarse desde distintos lugares para nada excluyentes. VHM estará en la ciudad invitado por Homo Sapiens Libros y por el Sindicato de Prensa Rosario que organizan la visita gracias a la gentileza de Ediciones Colihue y también del Teatro El Círculo, cuya Asociación Cultural preside Guido Martínez Carbonell.

No es habitual que un libro se presente en El Círculo ‑en este caso la referencia es hacia un espacio con capacidad para más de 1000 espectadores‑, ni que una presentación pueda generar el interés de acceder a la sala, con entrada libre y gratuita, y si es necesario apelar a algún sillón playero o reposera para esperar el ingreso. Y es que hay un público masivo y ávido de escuchar, preguntar, reflexionar acerca de qué pasó cuando en noviembre de 2015, quienes apostaron por la continuidad, o querían la profundización de lo que fueron los doce años de gobiernos kichneristas perdieron las elecciones. También aquellos que votaron para que Mauricio Macri no fuera presidente, por lo que se sabía que iba a pasar. La gran batalla cultural, la que gana la cabeza de cada argentino y argentina, se perdió con dolor pero también con la pregunta del cómo y con quiénes seguir.

El primer encuentro ‑el orden cronológico y no jerárquico, es sólo a los efectos de ordenar ideas‑ será entre VHM y su público de oyentes, televidentes, lectores. Otro, el segundo, será entre quienes formarán parte del público, representantes de una pluralidad de voces y organizaciones sindicales, comunitarias, académicas, estudiantiles, de derechos humanos, políticas y partidarias. Casi que se puede anticipar la sinergia, más allá de matices o diferencias profundas en los análisis y caracterizaciones del momento político, económico y social que vive la Argentina. Esa sinergia tendrá que ver con la convicción, contraria al neoliberalismo como sistema, de quienes se sentirán atraídos hacia El Círculo.

La presentación del libro de VHM será también un acto por la libertad de expresión, el derecho a la información y la pluralidad de voces con las que arrasó el gobierno de Mauricio Macri, que ganó la Presidencia del país con la promesa de la misma libertad de expresión y de la tolerancia con el pensamiento distinto. Y de inmediato no cumplió. Además será un encuentro contra la censura ‑la de VHM es una de las tantas voces acalladas‑, y por la plena vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual contra la que embistió Macri apenas asumió su cargo de Presidente de la Nación y por los fundamentos de esa ley que pone un límite al monopolio. Justamente los monopolios, las más poderosas empresas multinacionales, ejercen hoy el gobierno nacional.

VHM dice que "El rebenque del diablo cuenta la historia de una guerra que lleva 25 años y aún no termina. Es la guerra contra el poder mediático que se cree dueño del fútbol, la justicia y en definitiva, de todos los ámbitos de la democracia. Se trata de la guerra contra un poder que todos los días intenta disciplinar y golpear a quienes se animan a poner en cuestión su reinado, su rebenque, su brazo que no para de golpear". Y el poder mediático y el Judicial están prontos para seguir actuando.

El mismo rebenque al que se refiere el título del libro demonizó a VHM, como lo hizo con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner ‑claro que en el caso de ella estuvo el plus por su investidura y por su condición de mujer‑ , ls estigmatizó y colocó en el sitial de los más insultados en medio de la 'revolución de la alegría' que viven las y los argentinos. Así VHM es hoy un ícono de la resistencia, esa misma que todavía no consigue organizarse pero busca cómo hacerlo. El público que asista, como en las 'plazas del pueblo', tendrá el fuerte componente del interés y la espontaneidad, del gusto por la reflexión, por la autocrítica y por el pensamiento crítico, aunque los sentimientos de pertenencia y las emociones aporten lo suyo. No se trata, no se tratará, de una masa "boba". Cada quien asista tomó y tomará nota, debatió y debatirá, cuestionó y cuestionará. Es una efervescencia, un proceso que tendrá que transitar un camino hacia su síntesis.

Otro elemento que ayuda a pensar en el porqué de la aplicación del rebenque demonizador: había y hay que tener muchos argumentos, mucha información y sobre todo formación para rebatir las intervenciones de VHM; ni qué decir de las de CFK con su despliegue de estadista y oradora a quien una sociedad profundamente machista, que mata y segrega a las mujeres, no le perdonó su inteligencia puesta al servicio de los intereses populares. Así de simple, sin que la de los intereses populares, se tome como una categoría general. Por el contrario, es bien concreta; tiene que ver con tantos derechos conquistados y otros que estaban en desarrollo.

Por último y no menos importante. Tanto VHM, hacia quien también se aplican comentarios xenófobos por no haber nacido argentino, como la ex presidenta CFK expresan la necesidad e importancia de la construcción de un modelo de integración latinoamericanista y caribeña que rompía y que debe romper con la injerencia imperial. ¡No son pocas cosas!