OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Pablo Feldman
"Es absolutamente inexacto que yo esté interesado", en una postulación a gobernador en Santa Fe, aunque reconoció que distintos encuestadores del oficialismo midieron su imagen en la provincia y "los números dan bien", precisó. Sin embargo, en diálogo con Radio América, descartó su presentación porque sería "meterme a los codazos en un distrito que hace veinte años que no vivo y sería enfrentarme a personas que tienen más autoridad moral o trayectoria", para competir por la gobernación santafesina.
(Rafael Bielsa, 8 de julio de 2006, diario "La Capital")
La frase la pronunció el candidato a gobernador del Frente para a Victoria hace nada más que un año. Es probable que el estrepitoso fracaso electoral en el distrito en el que efectivamente vive desde hace más de 20 años, ha sido determinante para que la idea surgida de un empresario de medios haya germinado en la cabeza del gobernador Jorge Obeid, que no tenía candidato a quien apoyar para la sucesión en la Casa Gris. Un viaje a España con el presidente Néstor Kirchner, al que también asistió el jefe de bloque de diputados nacionales Agustín Rossi, fue el punto de partida de la "repatriación" del ex-canciller a la provincia que lo vio nacer. No hace un año todavía, y quiso la casualidad que este cronista fuera testigo de ese momento en el lobby del Hotel Intercontinental de Madrid -cubriendo la gira presidencial para Página/12-, cuando Jorge Obeid lanzaba al "globo de ensayo" por una radio rosarina y a pocos metros suyo, Rossi recibía la noticia de parte de un colaborador al momento que la estaba escuchando por la radio en Rosario. Hasta esa mañana en Madrid, nadie imaginaba que quien había quedado tercero y lejos, aún siendo el candidato de Néstor Kirchner en las elecciones de la Capital Federal podía llegar a ser aspirante a gobernador de Santa Fe. "Si hasta Erman González ganó la elección de Capital siendo el candidato del Presidente", dijo a Rosario/12 un dirigente del PJ que por entonces no daba crédito al cambio de domicilio del diputado porteño. Pero finalmente sucedió y su triunfo sobre Rossi en las primarias abiertas del Frente para la Victoria lo puso en carrera.
Ciertamente la presencia del hermano del DT es la única novedad en el escenario político santafesino.
Y tal vez sea otra casualidad que la campaña que está en marcha sea la más ríspida desde la recuperación de la democracia. El tono que se está empleando nada tiene que ver con otros comicios en los que hubo debates, paneles y hasta una ronda televisiva con los 11 candidatos a gobernador en 1995 en el Canal 5, del que formó parte -entre otros- el posteriormente gobernador electo Jorge Obeid.
Pero ahora no sólo eso no es posible, sino que es probable que parte de la actividad proselitista se desarrolle en Tribunales. Sin ir más lejos, el candidato del Frente para la Victoria demandó penalmente a un empleado de la Municipalidad de Rosario, acusándolo de reenviar un e-mail desde su puesto de trabajo en lo que él tipifica como "campaña sucia". Una interpretación diferente de los hechos tuvo el senador Rubén Giustiniani -que se enteró de que su partido disputará las elecciones- que dijo que mejor sería que el ex-canciller "explicara el contenido de ese e-mail". Pasaron los días, se sumaron quejas y lamentos, proliferarn los libelos, los pasquines sin pie de imprenta, y los anónimos. Prácticas tan tristes como novedosas en la provincia, tanto como la alcahuetería hacia los dueños de los medios por lo que dicen o escriben los periodistas que trabajan en esas empresas.
La semana que se inicia comienza el lapso permitido por la ley para desplegar la publicidad de campaña. Sería bueno que los candidatos respondieran al llamado de Ejercicio Ciudadano, que presentó el observatorio para los gastos y recursos. Lo hizo con tiempo, y lo presentó en la Fundación Libertad -que es cualquier cosa menos socialista- y se difundió debidamente.
Pero no sólo habrán avisos, spots radiales, y diez días antes del comicio "inundación" televisiva. Seguramente habrá entrevistas, reportajes que parecerán más "programas homenajes" y algunos "buscapies" que dirán lo que sus jefes no quieran o no puedan decir.
Digamos que nada nuevo, salvo las formas, que de tanto forzarlas afectaran el fondo. La figura de "meterme a los codazos" no parece mala para graficar parte de lo que se vio la semana pasada cuando el autor de "Yo y Platero" hizo alusión a los sonidos del "actor de reparto" de su inédita novela: "Binner rebuzna cada vez que abre la boca" había dicho.
Pero la segunda parte de aquella frase que encabeza esta nota, -"sería enfrentarme a personas que tienen más autoridad moral y trayectoria..."- permitiría decir: -y para esto tampoco hace falta ser abogado- a confesión de partes, relevo de pruebas.
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