La deuda social de Rosario, se sabe, es enorme. Y contiene, entre muchos ítems el de la vivienda. Pero si a los que no tienen un lugar donde vivir, se agrega la incertidumbre dominial de muchos que levantaron sus propias viviendas hace décadas en tierras fiscales que hoy pueden tener otro destino, evidentemente el problema se agrava.

Hoy, el Concejo Municipal se encontrará ante uno de esos dilemas cuando vecinos de los barrios Nuevo Alberdi Oeste y la zona rural lleguen con sus pedidos a la Comisión de Planeamiento. Lo que están pidiendo estas familias es que se cumpla con el proyecto que da la posibilidad de declarar a estas tierras de "Interés Social", lo cual les daría un status de seguridad jurídica que hoy no tienen. Además, la solicitud, se dispara por una presunción que tiene que ver con la compra de esos terrenos de parte de una empresa que se dedica a proyectar y construir countries en distintas zonas de la ciudad.

Como carta de presentación, los vecinos llevan un acta-acuerdo firmada el pasado 21 de mayo -después de que esos barrios se vieran tapados por las inundaciones de marzo-; donde figuran las firmas de vecinos delegados de la Asamblea Nuevo Alberdi, el grupo Giros, el padre Daniel Siñeriz y el Ejecutivo Municipal. En el texto las partes se comprometían a "declarar de interés social dos radios de la zona. El primero ubicado entre las calles Suárez, Baigorria, Grandoli y el canal Ibarlucea, y un segundo radio ubicado entre el canal Ibarlucea, Baigorria, Calle Nro 1356 y Grandoli ﷓zona rural". También, el escrito dice que se buscará la forma de lograr una mejora habitacional de las familias que contemple la regularización dominial de los lotes y la gestión de construcción de viviendas y de relocalización si fuera necesario". Esto último teniendo en cuenta también la necesidad de trasladar a algunas viviendas para las obras de ensachamiento del canal Ibarlucea.

Pero también en estos días, a partir de una nota de Sonia Tessa en este diario, se conoció la situación de un grupo de vecinos de Las Flores Sur. Estas familias hace 30 años construyeron sus casas con mucho esfuerzo en dos manzanas que hoy no existen en ningún registro catastral. Eso -además de patentizar una exclusión social más que evidente- impide que esta gente pueda solicitar servicios y sobre todo seguir invirtiendo en sus humildes viviendas ante la incertidumbre que la irregularidad dominial plantea sobre ellas.

Concretamente, se trata de las dos cuadras delimitadas por Lirio y Hortencia, y unidas por Petunia, entre Flor de Nácar y Guaria Morada, que no están loteados. En la página web de la Municipalidad, en el plano de Rosario, esas manzanas están descriptas como 5﷓646, y se indica que "no hay planos de mensura disponible". Sin embargo, el colectivo que llega hasta allí es el 140/148: pasa Circunvalación, toma por su paralela, Previsión y Hogar, y se interna en el corazón de Las Flores Sur, por Flor de Nácar, la calle sobre la que están la plaza, la vecinal, la parroquia y la escuela Nuestra Señora de Itatí. Es una calle llena de vida.

Desde el Servicio Público de la Vivienda, explican que ese organismo es el propietario de las dos manzanas, registradas con el número 646 de la zona 5, y los vecinos cuentan con un acta precaria de tenencia, firmada en 1986. En realidad, como hay mucha movilidad de habitantes, sólo algunos tienen el documento firmado durante la gestión de Horacio Usandizaga. Aseguran que no hay ningún riesgo de desalojo, aunque reconocen que distintas dificultades administrativas impiden la regularización patrimonial.

Son sólo dos ejemplos, una pocas cuadras quizás. Pero se trata de muchas familias que han desarrollado sus vidas allí desde hace décadas. Una decisión política que les arrime un poco más de seguridad sobre su futuro podría significar un importante paso en pos de la inclusión, de la "construcción de ciudadanía", como dice el intendente Miguel Lifshitz.

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