Sábado, 24 de mayo de 2014 | Hoy
UNIVERSIDAD › TESIS DOCTORAL DE LA UNR CON APLICACIóN CONCRETA EN VARIOS CAMPOS
Existen determinadas características que se asocian a la manera de firmar de una persona. El estudio de verificación consiste en la captación de esas señales online mediante el uso de dispositivos electrónicos de avanzada.
Por Victoria Schmuck *
Una joven investigadora de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) desarrolla actualmente su tesis doctoral basada en la verificación automática de firmas manuscritas. Cuando alguien firma, existen determinadas características que se asocian a su manera de firmar que son la presión con la que escribe, la posición de la lapicera, entre otras. El estudio consiste en la captación de esas señales online mediante el uso de dispositivos electrónicos para luego poder identificar si pertenece o no a una persona determinada.
"Existen distintas técnicas que se utilizan para reconocer personas, como el reconocimiento de cara, de huellas digitales, de iris y de la palma de la mano, pero a mí me interesó la firma porque tiene una aplicación bien concreta en el mundo real", sostuvo la ingeniera electrónica Marianela Parodi, quien actualmente desarrolla sus investigaciones como becaria junto al grupo de Procesamiento de Señales Multimedia del Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas (CIFASIS), que depende del CONICET.
El interés por investigar este tema surgió cuando Parodi decidió realizar el proyecto final de su carrera de grado. Con el creciente avance de la tecnología, la investigadora se planteó el desafío de "saber qué dicen y para qué sirven los innumerables datos que las computadoras procesan en el momento que una persona registra su firma en un soporte determinado". Según explicó, a través de una firma es posible estimar rasgos de comportamiento de una persona, la personalidad, la edad y el género, entre otras características.
Además, la especialista señaló que se pueden obtener muchas firmas verdaderas de una misma persona y al mismo tiempo ser todas distintas porque se realizan con distintos estados de ánimo, en diferentes tamaños y sobre diferentes dispositivos. "No es lo mismo firmar en un papel cualquiera, en un cheque, en una tablet, o firmar a ciegas como cuando firmamos sin ver el trazo, por eso debemos aplicar variables bien exactas para poder tener en cuenta esa variabilidad", precisó.
En la actualidad, para validar una firma se requiere el trabajo de un perito calígrafo, quien determina la autenticidad o no de la misma. Sin embargo esta tarea no siempre es "definitoria", sostuvo Parodi. "Muchas veces los peritos no pueden determinar la veracidad, otras veces ocurre que directamente no pueden compararse las firmas, y también sucede que cuando pueden hacerlo, arrojan un porcentaje sobre su autenticidad, sin precisar si es verdadera o falsa", agregó.
Allí la profesional encontró un espacio donde aplicar sus estudios, porque consideró que "es importante poder trabajar en colaboración para lograr que los peritos calígrafos utilicen nuestras herramientas". En ese sentido, el equipo cree que es indispensable trabajar con las variables a las que ellos están habituados para que las consideren válidas. "Por eso es fundamental poder explicar por qué sirven las herramientas que utilizamos", indicó la investigadora.
Asimismo, Parodi dijo que las firmas cambian a lo largo de los años y de acuerdo a los distintos estados de ánimo. También aseguró que hay características que se mantienen a pesar de que cambie el contexto. "Se supone que la relación entre el ancho y el alto se mantiene aunque los espacios para la firma sean distintos, ciertos ángulos también suelen ser iguales, la inclinación utilizada, y los cambios de altura", apuntó.
La investigadora de la UNR contó que existen dos maneras de adquirir las firmas, una offline, cuando se adquiere una imagen digital de una firma realizada en papel, y otra online, cuando la persona está firmando sobre un dispositivo electrónico. De allí proviene la denominación online, porque se obtiene la información de la dinámica del proceso de la firma. "Los datos adquiridos (ya sea de manera offline u online) son procesados para luego realizar la extracción de características. Por ejemplo, a partir de las coordenadas "x" e "y" de la firma de una persona podemos calcular la velocidad con la que se escribe, y otras señales para poder trabajar", explicó Parodi.
Por otra parte, la especialista señaló que las características obtenidas tanto de la imagen como de las señales online deben ser lo más particular posible para poder después discriminar una firma de la otra. Parodi sostuvo que la importancia radica en la subjetividad con la que se eligen estas características y se plantea la técnica para su extracción porque "se pueden aplicar muchas técnicas, que ya han sido propuestas en la literatura que funcionan bien, pero lo esencial es encontrar las características necesarias para proponer una nueva técnica que logre diferenciar una firma de otra, y ser lo suficientemente detallista para evitar el fracaso de la verificación".
La intención de la investigadora es trabajar en un futuro con los peritos calígrafos en el área de verificación de firmas de manera conjunta. "La idea es congeniar nuestros trabajos ya que vamos para el mismo lado, y hacer algo que a ellos realmente les sirva", expresó la especialista, quien resaltó que los peritos calígrafos son personas que no se pueden reemplazar y, hasta el momento, son más precisos que una computadora. "Siempre va a existir la opinión de una persona porque nunca nos vamos a guiar sólo por una máquina", concluyó Parodi.
Integrante de la Dirección de Comunicación de la Ciencia UNR
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