Los directores de la Maestría en Mastología de la Universidad Nacional de Rosario, Carlos Capitaine Funes y Roberto Tozzini desde hace varios años investigan marcadores de cáncer de mama. Si bien las determinaciones más comunes de la enfermedad se realizan sobre el tejido de un paciente, los profesionales lo hacen en base a exámenes bioquímicos en sangre. Estos estudios ya se realizaron en más de 100 casos que fueron seguidos a lo largo de tres años, para relacionar la presencia o falta de metástasis, de acuerdo a los valores de la proteína HER 2. Se trata de un receptor celular inducido por un gen que cuando se libera, exalta su producción y en general provoca un desarrollo tumoral. "Hay una correlación entre esta proteína y los cambios genéticos que ocurren, por lo tanto la investigación gira en equivalencias y posibilidades preventivas de acuerdo a los valores hallados en la sangre", afirmó Tozzini y aclaró que estos análisis son más simples y posibles de ser repetidos tantas veces como sea necesario para observar qué pronóstico de evolución tiene el cáncer.

El jefe del servicio de Ginecología del Hospital Centenario explicó que en la célula normal su división está controlada por factores que estimulan y que inhiben, en un equilibrio perfecto. Pero en los caso del cáncer de mama las células tienen una cantidad anormal y alta de genes HER2 que exaltan el crecimiento y producen un desequilibrio.

"Los valores en sangre de esta proteína en la población sana son bajos mientras que en los pacientes que presentan metástasis son más elevados", expresaron.

En cuanto a las alteraciones genéticas, los especialistas explicaron que pueden ser hereditarias o adquiridas: "Los genes perturbados desde el nacimiento que fueron transmitidos por la madre, son cánceres hereditarios y representan el 10 por ciento del total. Después están las mutaciones y polimorfismos que se generan a lo largo de la vida por diversos factores, como el medioambiente, las radiaciones, los tóxicos en el agua y en los alimentos".

También están los que se definen como "estados intermedios" en los que habría una predisposición familiar y finalmente el cáncer esporádico que es el que se da en la mayoría de los casos, según afirmó Capitaine Funes, jefe del servicio de Patología Mamaria del Hospital Centenario.

"Cuanto más rápido se diagnostique esta enfermedad, más chance de cura tiene. Un cáncer de mama de menos de 1 cm se cura entre un 90 y un 95 por ciento. Uno avanzado que ya llega a los ganglios, entre un 50 y un 60 y en los casos de metástasis hay muchas menos posibilidades", dicen los investigadores. Y enfatizaron: "La curación es hija del tratamiento precoz".

Con el objetico de crear un espacio científico para desarrollar el conocimiento biológico y la investigación sobre la mama de la mujer, incluyendo aspectos sociales, psicológicos y culturales asociados con el "ser femenino", se dicta en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR una Maestría en Mastología, única en el país.

De tres años de duración, durante los dos primeros se integran los conocimientos de los cirujanos, oncólogos, psicólogos, radioterapeutas y anatomopatólogos que luego conformarán los equipos interdisciplinarios para tratar la enfermedad. En el último año, cada profesional realiza una tesis en base a una investigación.

Está destinada a especialistas universitarios o doctores en ciencias de la salud o medicina que deseen alcanzar un conocimiento sistemático e integrador en un aspecto aún no desarrollado con estas características, en el ámbito de una Universidad pública. La Maestría comienza en abril. Más información: n[email protected]