A pesar de la lluvia, la Multisectorial Rosario llevó adelante ayer el acto para repudiar el asesinato del maestro neuquino Carlos Fuentealba, fusilado por la policía de esa provincia el pasado 4 de abril. Juan Pablo Casiello, secretario adjunto de Amsafé Rosario, señaló que "a la bronca por su muerte, se suma la indignación por la injusticia. Para todos nosotros es un cachetazo ver la imagen del principal responsable de este asesinato, de Jorge Sobisch, postulándose para presidente en los carteles de todas las ciudades".

Pasadas las seis de la tarde, los convocados se juntaron en la esquina de Córdoba y Corrientes para escuchar a los oradores del acto. Casiello, adjunto de la delegación local de Amsafé, agradeció en primer lugar "la presencia de todos ante esta situación tan complicada con el tiempo, en una fecha tan importante. Se cumplieron seis meses del asesinato de un compañero, de un maestro. Seis meses de que los docentes de Neuquén sufrieran lo que fue una verdadera cacería, que terminó con la muerte del compañero Fuentealba".

El dirigente gremial remarcó que "parte de esto tiene que ver con la situación de la conducción sindical de los docentes. La conducción de la Ctera, que jugó su acuerdo con el gobierno nacional, tiene su cuota de responsabilidad en esto. La frase que siempre repiten, y todos compartimos, que la muerte es el límite, que cuando hay una muerte tenemos que reaccionar; es también una expresión que han utilizado para no convocar a ningún plan de lucha, y esto no estamos dispuestos a aceptarlo".

Casiello indicó que "el mejor homenaje que podemos hacer para Carlos Fuentealba es continuar con su lucha, reclamando justicia, y por todo lo que el compañero estaba reclamando: por salarios dignos, por escuelas en condiciones, y por la escuela pública que necesitamos para todos los jóvenes de este país que lamentablemente se ven obligados a dejar la escuela".

Guillermo Grigioni, en representación de los centros de estudiantes de Arquitectura, Medicina y Humanidades manifestó que adhirieron al acto "para demostrarle a este gobierno, que es cómplice del asesino Sobisch; que acá, bajo esta lluvia, vamos a seguir y no vamos a parar hasta que se haga justicia por el asesinato de Fuentealba".