Tras la confirmación de la salida del grupo Suez de Aguas Provinciales de Santa Fe, el intendente Miguel Lifschitz reflotará ante el gobernador Jorge Obeid su propuesta de crear un Ente público Metropolitano para que se haga cargo de la prestación del servicio de agua potable y cloacas en Rosario y cuatro ciudades vecinas que forman parte de la actual concesión. "Estamos convencidos que es una opción superadora. Planteamos una gestión eficiente y descentralizada, cerca de los usuarios", argumentó Lifschitz quien igual aclaró que esperará un pronunciamiento oficial de la Casa Gris. "Necesitamos que el gobierno provincial diga cuánto antes qué piensa hacer para saber dónde estamos parados. En lo que va del año se barajaron no menos de media docena de alternativas, se perdió mucho tiempo, no se hicieron las inversiones necesarias y se acerca un verano que todos pronostican será muy caluroso. No se puede seguir tirando la pelota para adelante", aseveró el jefe comunal. Justamente hoy se cumplen 60 años del día en que la Municipalidad comenzó a resignar su potestad de administración del servicio de agua potable y cloacas, cuando en 1945 firmó un convenio con la Nación para ejecutar obras que había dejado de hacer la concesionaria privada de entonces, una empresa de capitales ingleses (ver aparte).

En diálogo con Rosario/12 el intendente recordó que la postura del municipio fue planteada "en reiteradas oportunidades, cada vez que tuvimos un micrófono en frente o un auditorio que nos escuchaba". Consiste no ya en la municipalización del servicio sino en la creación de un Ente para manejar la prestación del agua potable y cloacas, en principio en Rosario, Funes, Capitán Bermúdez, Villa Gobernador Gálvez y Granadero Baigorria, ciudades que son parte de la actual concesión. "No sería un obstáculo incorporar luego otras localidades", apuntó.

Los técnicos de la Municipalidad ya tienen sacados los números respecto a la factibilidad de brindar los servicios a través de un ente metropolitano del Gran Rosario. Las ciudades servidas actualmente por Aguas significan el 65 por ciento de la facturación total de la empresa, lo que tornaría superavitaria la administración de las supuestas Aguas Metropolitanas. Debe tenerse en cuenta que históricamente los recursos que genera Rosario sirven para subsidiar a otras localidades de las quince que forman parte de la concesión de Aguas, cuya tarifa debería esr mucho mayor si no contaran con los fondos que aportan los rosarinos.

Hasta el momento, el gobierno de Jorge Obeid se mostró contrario a la metropolización del servicio del Gran Rosario. Por un lado, se aducen razones políticas, ya que sería otorgarle el manejo de un servicio masivo a una administración de otro signo político, más allá de que el ente también estaría integrado por los intendentes justicialistas de las localidades vecinas a Rosario. Otra razón es que la provincia debería generar un subsidio para atender a las localidades deficitarias del interior.

Lifschitz dijo estar convencido que el proyecto de la Municipalidad de Rosario es "superador" del actual esquema concesionado. "Estamos en condiciones de brindar un servicio de mejor calidad y más eficaz. Con el plus que otorga la descentralización que es la cercanía con la población. Hay muchas expericiencias similares en localidades de la provincia Santa Fe. La ciudad de Mar del Plata es un muy buen ejemplo de una empresa estatal eficiente en el manejo de la cuestión sanitaria", indicó.

Según Lifschitz la iniciativa sigue vigente. "Desde ya que la mantenemos y la vamos a volver a plantear pero antes pretendemos escuchar cuál es el plan del gobierno provincial ante el nuevo escenario. En ese sentido el jefe comunal se quejó porque "durante el año se barajaron no menos de media docena de alternativas distintas y muy cambiantes. Lo único concreto es que pasó mucho tiempo, que el tema no se resolvió y los días peridos no se recuperan. Siempre dijimos que era mejor no tirar la pelota para adelante sino resolver cuánto antes el tema".

Consultado sobre las razones por las cuáles fracasó el proceso de concesión, Lifschitz sostuvo: "Fracasó por varias cuestiones entre ellas razones macroeconómicas. Pero además, la realidad es que hubo problemas con la prestación del servicio de parte de la empresa y fallas en el nivel de exigencia del gobierno como poder concedente".

-La provincia le elevó a Aguas una propuesta de readecuación contractual que contemplaba un incremento tarifario del 35 por ciento para los próximos tres años.

-Todo tiene que ver con nivel de inversión que se pretenda, los montos y los plazos. A priori aparece como desmedido un incremento del 35 por ciento porque las obras exigidas en el contrato no se hicieron. Prefiero no hablar de valores porque no conozco en profundidad la situación financiera de la concesión.