"No se puede estar agazapado entre los árboles, o camuflados adentro de un auto, sin ningún tipo de indicación, esperando para multar y por ende recaudar". Así se expresó el concejal Jorge Boasso (UCR) al explicar el proyecto de ordenanza por él presentado tendiente a dejar sin efecto los radares móviles (cinemómetros). En ese sentido el edil radical añadió: "Esto se asemeja a un ardid típico de una estafa tal como la tipifica el Código Penal, mas que un mecanismo de educación y prevención vial".

Además, recordó Boaso, ya la Ley Provincial N° 12.217, en su artículo 1º establece que "queda terminantemente prohibido la utilización de radares móviles en el ámbito de la provincia". En la reglamentación, el gobierno provincial exigió para autorizar radares fijos la suscripción de acuerdos entre las comunas y la Secretaría de Transporte, instancia que el municipio no cumplimentó.

Según Boasso "este sistema es tramposo. Incluso los radares fijos instalados no son para prevención y educación sino meramente racaudatorios. El exceso de velocidad debe ser penalizado, pero mediante métodos correctos, aprobados y legalizados".

Incluso, aclaró, hay otros métodos para hacer reducir la velocidad como los semáforos inteligentes que se ponen en rojo cuando detectan vehículos circulando con exceso de velocidad, en cambio el radar, tal como hoy es utilizado en la ciudad, no detiene al infractor, solo lo multa. "Este es un método de castigo y no de prevención", dijo.

Por eso presentó el proyecto de Ordenanza prohibiendo en todo el ejido de la ciudad de Rosario la utilización de cinemómetros (radares) móviles para controles de velocidad vehicular y además en el caso de fijos deberá colocarse la señalización vertical alertando el control de velocidad, la cual deberá estar ubicada a 200 (doscientos) metros antes como mínimo.

"Por otro lado -dijo Boasso-, le propongo al Ejecutivo que estudie la posibilidad de colocar, en reemplazo de los radares y/o donde se considere necesario, los llamados "semáforos inteligentes".