Empleados y afiliados del Instituto Autárquico Provincial de Obras Sociales (Iapos), no salían ayer de su asombro cuando oficiales de justicia, abogados y policía llegaron a las oficinas de calle Buenos Aires y Zevallos en Rosario para embargar la caja diaria de la obra social; según lo ordenó un juez. Fueron unos 20 mil pesos para cubrir la atención que requiere un chico hipoacúsico, cuyos familiares tramitaron un amparo que tuvo despacho favorable hace más de un año. "Hubo que recurrir a este extremo de embargar la caja diaria porque las cuentas corrientes del Iapos ya tienen otros embargos", dijo a LT8 la abogada de la familia, Marisa Malvestiti.

La abogada patrocinante de los padres de Alejo, el niño de siete años afectado, explicó que "es un amparo favorable desde el año pasado, la sentencia está firme y consentida, en favor de un afiliado con discapacidad que necesita ciertas prestaciones, como el Iapos no cumplió esta sentencia a pesar del paso del tiempo, en el día de hoy (por ayer) materializamos el embargo de caja que estaba ordenado ya desde el año pasado".

La situación fue por demás complicada para los padres porque habiendo una sentencia firme el Iapos desconoce la resolución judicial. "En distintas ocasiones que se presentan al Iapos no les quieren recibir los papeles, tienen que empezar todos los trámites de cero, siempre le dicen que les falta algo y la verdad es que no hubo más remedio que embargarle la caja diaria", señaló Malvestiti y agregó que "la suma a cubrir son 20 mil pesos por prestaciones del año pasado, esto después se va a ir actualizando por los presupuestos para este año, queremos que los profesionales que lo están atendiendo desde hace un año sean remunerados ya que no han cobrado un peso en todo el año".

Alejo quedó sordo de ambos oídos a los 14 meses por una meningitis bacteriana. En febrero de 2005, cuando había cumplido ya sus 5 años y prácticamente no hablaba, se le realizó un implante coclear. Se le colocó en su oído derecho un aparato que cuesta unos 21.500 dólares y le permite la audición. Como sus padres no contaban con obra social la intervención tuvo que realizarse en el Hospital Garrahan de Buenos Aires. Pero el aparato requiere de pilas importadas reconexiones periódicas y terapias constantes que no le fueron cubiertas como era necesario por Iapos

"Hace cinco meses que mi hijo está sin tratamiento y venía avanzando bien", se lamentó la mamá de Alejo. Como Iapos no cubrió los gastos como ordenó la Justicia, él, uno de sus padres y una terapeuta debieron dejar de viajar cada cuatro meses a Buenos Aires a reconectar el artefacto; una calibración demanda un desembolso de 300 pesos cada vez.

Pero además, como Alejo asiste a una escuela de enseñanza común como el Normal Nº 3, necesita de la ayuda constante de una maestra niveladora, que tampoco pudo seguir con él por falta de pago.