El 14 de junio, Rosario inaugurará el primer monumento a Ernesto "Che" Guevara en la Argentina. En el marco del 80 aniversario de su natalicio, la estatua de cuatro metros de altura que representa a un Che de pie, con boina y pelo largo, combativo, se emplazará en Laprida y 27 de Febrero. Para el acto, cien colectivos vendrán en caravana desde el Obelisco y también representantes de los gobiernos de Argentina y Cuba. El 30 de mayo, la estatua saldrá de Capital Federal en un barco que recorriendo el río Paraná y parando en su trayecto para realizar diferentes actos, llegará a Rosario el 1º o 2 de junio.

La iniciativa de realizar este monumento de arcilla colado en bronce es de Andrés Zerneri, un artista plástico porteño que inició una campaña de recolección de bronce y que llegó a juntar más de 14.000 llaves -de cuyos donantes tiene registrados todos los nombres- para realizar el monumento que ya había diseñado con la idea de que represente al Che mirando a lo lejos al ser político, sin armas, sin entrar en la discusión del método sino rescatando las ideas por las que peleaba y su coraje, reconocido incluso por sus mas fervientes enemigos.

En este marco, lo más rescatable de este monumento, señaló Zerneri, "es que es un monumento del pueblo", y más allá de que reconoció saber que al Che no le hubiera gustado que le hagan monumentos, subrayó la idea de que sea una construcción colectiva en la que todos aquellos que quisieron colaborar se vean representados en ese bronce, y que los costos -que es lo más difícil de cubrir en este tipo de iniciativas- no provengan de un color político sino del pueblo.

Mientras tanto, la última semana, la secretaria del Planeamiento Municipal Mirta Levín recibió a tres arquitectos de trayectoria internacional para trabajar en conjunto sobre la definición final de la propuesta para este monumento: el cubano José Antonio Choy, quien ha realizado trabajos de intervención en edificios y monumentos, y además estuvo a cargo de la edificación del Centro de Estudios del CHE, en la Habana, cuando su propuesta fue elegida en un concurso convocado por la Unión de Artistas y Escritores de Cuba; el ítalo-argentino Roberto Segre, quien vivió en Cuba desde 1962 y por más de 30 años, y cuenta con una vasta producción intelectual y científica relacionada con la Arquitectura en la Cuba Revolucionaria y la Arquitectura Latinoamericana, además de haber mantenido una estrecha relación con la familia del Che; y el argentino residente en Phoenix (Estados Unidos) Claudio Vekstein, reconocido por su carrera docente e intelectual relacionada con la arquitectura Latinoamérica, el diseño y el planeamiento urbano y monumentos.

Respecto del lugar elegido para el monumento, el subsecretario de Planeamiento Raúl Alvarez señaló que no tiene un motivo simbólico en especial, sino que la idea es que se integre "a una parte de la ciudad que ya estaba pensado parquizar", y explicó que "se integra a lo que es Parque Irigoyen, y ha servido inclusive para convenir con el ferrocarril la cesión de algunos terrenos del Belgrano Cargas que no se utilizan para el trabajo ferroviario y que se van a ir parquizando en las inmediaciones de lo que va a ser la plaza del Che".

Además, destacó que "la ciudad fue la ciudad natal del Che, y él ha tenido una trascendencia mundial muy grande y a raíz de eso la ciudad. Por lo tanto es darle un lugar a lo que se conoce del Che, un idealismo, una voluntad de cambio, y sin con esto entrar a juzgar su personalidad en general", por lo que "para la ciudad es una oportunidad de proyectarse internacionalmente, como fue con el Congreso de la Lengua, a través de la figura del Che Guevara, y un a oportunidad también para jerarquizar una zona de la ciudad que está bastante abandonada".

De este modo, "se van a incorporar a la ciudad también otros espacios, como el de Alem y 27 de Febrero, y parte de la zona de Gálvez entre Alem y Buenos Aires que se va a parquizar y se van a jerarquizar algunas construcciones que están en desuso como el tanque de agua que está en la esquina de Buenos Aires y 27 de Febrero", especificó Alvarez, y remarcó que justamente "cuando se pensó el Parque Irigoyen se pensó en registrar esa zona como lugar turístico, parquizarlo, darle jerarquía, y esto va a ayudar porque la imagen del Che es una imagen muy difundida internacionalmente y ya lo que se plantea incluso como la inauguración implica una marcada proyección de la ciudad".