Con la intención de generar un "profundo cambio cultural" en la ciudad, la Secretaría de Gobierno de la municipalidad lanzará este mes una amplia convocatoria a instituciones, entidades intermedias y ciudadanos para mejorar la convivencia urbana. La problemática del tránsito, el uso de los espacios públicos, la conservación del mobiliario urbano, la actividad nocturna, el control de la venta ambulante y hasta los inconvenientes que trae aparejado el boom de la construcción serán algunos de los ítems que abordará la iniciativa. "Sabemos que los cambios no se consiguen de la noche a la mañana, pero apostamos a conseguirlo en el mediano plazo. Además, no hay peor gestión que la que no se hace", confió a Rosario/12 el secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi. La idea del funcionario es arrancar con campañas comunicacionales de concientización, hacer talleres, jornadas de discusión y luego, eventualmente, aplicar sanciones.

Ghirardi admitió que la iniciativa que está armando con su equipo de colaboradores no será sencilla, pero menciona un antecedente alentador. "Hace dos años cuando se sancionó la ley provincial y la ordenanza en Rosario que prohibía fumar en espacios públicos cerrados nadie pensó que se podía cumplir con tanto acatamiento y en tan poco tiempo. La clave fue generar conciencia y además involucrar a todos los actores", reflexionó el funcionario.

El secretario de Gobierno tiene pensado convocar en los próximos días a la distintas instituciones que funcionan en la ciudad, a las entidades intermedias y a los vecinos a través de los Centros Municipales de Distrito para empezar las reuniones informativas.

"La idea es poder identificar los temas más sensibles y empezar a trazar estrategias, intervenciones directas para mejorar la convivencia", apuntó Horacio Ghirardi quien ya elaboró un pequeño decálogo de temas sensibles para la ciudadanía que ameritan ser trabajados en su flamante iniciativa. La lista va desde el siempre conflictivo tránsito -no sólo los autos sino también ciclistas y peatones-, pasando por el mantenimiento del mobiliario urbano, el adecuado uso de los espacios públicos, el respeto por el medio ambiente, la relación entre el comercio formal y la venta ambulante, la actividad nocturna y las cuestiones vinculadas a la construcción.

"Son todos temas potencialmente conflictivos que hay que trabajar entre todos los actores, tratar de imponerlo en las escuelas primarias y secundarias, y así mejorar la cultura cívica y la convivencia en ciudad", agregó el funcionario.

Inicialmente el plan de Ghirardi apunta a difundir estas cuestiones a través de campañas de difusión masivas, organizar talleres y reuniones con los actores involucrados al estilo de los encuentros que se hacen en las rondas del Presupuesto Participativo.

En una etapa posterior vendrán las eventuales sanciones. "En realidad las infracciones ya están en su mayoría tipificadas y son los jueces de faltas quienes deben aplicar la norma y decidir qué tipo de multa se aplica. Nuestra idea es evitar llegar a esa instancia", aclaró, para después agregar: "Por eso lanzamos esta idea, sabiendo que hay cuestiones muy arraigadas en la ciudadanía que son tal vez difíciles de cambiar en el corto plazo y que con la sanción económica sola no alcanza. Una de las alternativas es avanzar en sanción moral, a través de los hijos hijos, como fue la campaña cuida papis donde los chicos labraron actas morales de tránsito a los padres que cometían infracciones de tránsito. Mediante este tipo de cuestiones educativas, que permiten instancias de reflexión familiar, seguramente algún nivel de cambio vamos a obtener, aunque no se ven resultados a la semana".