Una cláusula del convenio de trabajo firmado entre la Asociación de Titulares de Taxis (ATTI), que lidera Mario Cesca y el sindicato de choferes, que estipula el pago de un impuesto mensual destinado a la capacitación de los taxistas, desató un conflicto con la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar), que lo considera "elevado". Los titulares disconformes se presentaron ayer en el ministerio de Trabajo, pero no encontraron las respuestas que fueron a buscar, ya que los firmantes contaban con un 70 por ciento de representatividad cuando el convenio fue homologado. José Tornambé, titular de Catiltar, cuestionó ese porcentaje, y convocó a los propietarios de taxis que no están de acuerdo con el pago de este impuesto, a una reunión que se realizará hoy a la 19 en el club Ñandú.

Las cámaras que nuclean a los titulares de taxis rosarinos están divididas y enfrentadas. Una cláusula en el convenio colectivo de trabajo que homologaron en diciembre del año pasado establece la creación de un fondo de capacitación para taxistas. Esto implica un pago de 45 pesos mensuales para los titulares que tienen a su cargo un chofer, y de 65 pesos para los que cuentan con dos empleados. El monto, que entró en vigencia este mes, debe pagarse por cada una de las 3.600 licencias.

Tornambé aseguró que "hay mucho malestar entre los titulares que entraron en un convenio de trabajo con el que nunca estuvieron de acuerdo". Desde Catiltar objetan también la representación del 70 por ciento de afiliados que se adjudican en ATTI, que finalmente les permitió firmar el convenio.

Esta fue la causa por la que no encontraron ayer las respuestas que esperaban en el ministerio de Trabajo. Tornambé expresó que desde la repartición les dijeron que "no son jueces y que los firmantes tienen el 70 por ciento de representatividad. Si fuera así, me callaría la boca, pero convoco a todos a ver si están conformes con ese impuesto que pagan", desafió Tornambé.

Mario Cesca aclaró que las negociaciones comenzaron en 1994, y que la firma del convenio "tiene dos años. Después se homologó en diciembre del año pasado". Cesca fue más lejos, al afirmar: "Siempre hemos respetado que los choferes tengan relación de dependencia, y ellos no querían. Si fuera por ellos, los pondrían de esclavos".

El titular de ATTI explicó además que si bien la ley de contrato de trabajo es un marco. "Necesitábamos un convenio que se adecuara a nuestra actividad. Pero ellos apelaron permanentemente; es más, hicieron un negocio porque presentaron más de 4 mil recursos de amparo, que cobraron 100 pesos cada uno. Finalmente, la Corte Suprema de la provincia lo rechazó porque dijo que existía relación de dependencia entre los choferes y los titulares, que casi es una verdad de perogrullo".