Con pocos minutos de diferencia, y a escasas cuadras de distancia, se registraron ayer dos nuevos accidentes laborales en edificios en construcción. Miguel Sequeira, un albañil carpintero de 44 años, fue internado en grave estado en el sanatorio Laprida al caerse de una escalera mientras trabajaba en la obra donde se construye el jardín de infantes del colegio Dante Alighieri, en Alvear 1154. Para la secretaria de Trabajo, Alicia Ciciliani, que estuvo presente en el lugar y luego acompañó al obrero accidentado en el sanatorio, "esto no es un problema de inspección, es irresponsabilidad criminal de la empresa. Donde el trabajador cae, había unos tacos clavados en el piso y allí golpea su cabeza". El otro accidente ocurrió en San Juan 2885. Fernando Robledo, un albañil de 55 años, cayó del tercer al segundo piso al ceder la estructura de la obra donde estaba trabajando. Con algunos cortes en la cabeza, Robledo fue trasladado por precaución hasta el sanatorio Laprida.

La seguidilla de accidentes laborales en obras de la construcción en Rosario continúa engrosando una triste lista que parece no tener fin. En los casos de ayer al mediodía, la peor suerte la corrió Sequeira. El albañil intentó subir por una escalera para llegar hasta la losa donde estaba trabajando junto a otros operarios. Cuando llegó hasta la estructura, Sequeira intentó apoyar uno de sus pies en una tabla.

Pero el listón de madera se quebró y el albañil cayó desde una altura de tres metros golpeándose fuertemente la cabeza. Una ambulancia del Sies lo trasladó hasta el sanatorio Laprida. Los médicos que lo atendieron confirmaron allí que el albañil ingresó con un traumatismo grave de cráneo.

"Pisó un lugar indebido", alcanzó a decirle a este diario el responsable de Seguridad e Higiene de la empresa constructura PyC construcciones; encargada de la obra donde se está construyendo el jardín de infantes del colegio Dante Alighieri. Armando Torio y Raúl Utges son los encargados del proyecto y dirección, mientras que en el cartel de obra figura Raúl Zamboni en el proyecto y dirección técnica de estructura.

"Estuve dos horas en el sanatorio y nadie vino", manifestó a Rosario/12 la secretaria de Trabajo. "Primero estuve en la obra, y tampoco había nadie. Lo más terrible aún es que el trabajador accidentado estaba solo. No había compañeros y ningún responsable de la obra. La empresa tampoco tenía servicio de urgencias contratado, por eso llamaron al Sies", precisó.

Según la funcionaria, existió una primera versión indicando que el trabajador había caído porque era "muy gordo". Ciciliani dijo que "esto nos pareció ridículo. No tiene nada que ver si es gordo o flaco. La empresa tenía que proveer los elementos de seguridad. Además, pude observar que la escalera era casera, precaria y atada con alambres".

Ciciliani indicó que a la obra, cuando estaba en etapa de excavación, "la suspendimos en mayo, porque había riesgo de derrumbe. Pidieron el levantamiento; la fuimos a ver y no habían cumplido. Le dimos unos días más y la habilitamos en junio. Cuando pasa a la otra etapa, sigue el incumplimiento. Uno hace el análisis de esta obra y es más de lo mismo: Esto no es un problema de inspección, son empresarios criminalmente responsables. Donde el trabajador cae, había unos tacos clavados en el pido y allí golpea su cabeza".

Casi en simultáneo, a otro albañil, de apellido Robledo, se le vino abajo la losa donde estaba trabajando, en el tercer piso del edificio de San Juan 2885. Robledo cayó hasta el segundo piso de la obra; lo que le originó algunos cortes en la cabeza. Médicos del Sies le brindaron los primeros auxilios en el lugar y luego de una hora fue trasladado hasta el sanatorio Laprida para su observación.

Compañeros de Robledo dijeron a este diario que el albañil bajó "la escalera por sus propios medios, con un corte en el cuero cabelludo, y estuvo siempre consciente"; aunque criticaron el "excesivo tiempo" que el accidentado estuvo en la ambulancia hasta que fue derivado al Laprida. Robledo contó que la loza que pisó "se desajustó y no avisaron. Yo venía caminando y me caí de un piso a otro. Tengo la cabeza partida en dos". El edificio Parque San Juan, es un proyecto de los arquitectos Mustapich-Jauk.