El intendente Miguel Lifschitz recibió ayer en el Palacio de los Leones a una docena de economistas locales para analizar los efectos de la crisis financiera mundial en la región. Los diagnósticos fueron desalentadores y coincidentes: los efectos de la crisis financiera se harán sentir en la región a partir de marzo de 2009. Pero también hubo espacio para pensar en oportunidades. "Hubo algunas ideas interesantes. La posibilidad de pensar en una convocatoria a inversores privados para agilizar todos los procesos de concesión que tiene el municipio, tal vez flexibilizando un poco las condiciones para hacerlos más atractivos y la posibilidad de algún tipo de empréstito de largo plazo para hacer obra pública", destacó Lifschitz en diálogo con Rosario/12, tras el encuentro en el que estuvo acompañado por el secretario de Hacienda, Gustavo Asegurado y la secretaria de la Producción, Clara García.

Con el encuentro de ayer, Lifschitz buscó prepararse para las épocas que se avecinan. "La idea fue realizar un análisis general de la situación, y ver cómo impacta sobre Rosario; y de qué manera podemos generar algunas condiciones más favorables para enfrentar las consecuencias", dijo el intendente, quien también convocó para hoy a un nuevo encuentro, esta vez con los actores productivos, como las asociaciones empresarias y la CGT.

Con esa intención, el intendente escuchó los diagnósticos de los distintos economistas, quienes destacaron que los efectos de la crisis financiera mundial se harán sentir en la región a partir de marzo de 2009. Al término del encuentro, Lifschitz manifestó que desde el punto de vista de la convocatoria, "el balance fue positivo. Estuvieron los referentes más importantes del pensamiento económico de Rosario. Hay un diagnóstico coincidente: esta crisis internacional va a impactar fuertemente en la Argentina y en nuestra región".

Según el intendente, "esto significará una desaceleración de la economía, una caída importante del crecimiento, y repercutirá básicamente en los temas sociales y de empleo".

Lifschitz sostuvo que tanto el sector público, que "va a disminuir sus ingresos, y por lo tanto deberá ajustarse muy fuertemente en sus finanzas"; como la actividad privada, que "deberá priorizar el mantenimiento de las fuentes de trabajo por sobre cualquier otra situación, para garantizar el menor costo social posible durante este tiempo de crisis, que no será menor a un año".

De todas maneras, el intendente señaló que se abren posibilidades para incentivar las inversiones, a partir de mejorar los requisitos para las concesiones pendientes y buscar financiamiento internacional para las obras públicas. "También se planteó la posibilidad de aprovechar lo que seguramente surgirá como una iniciativa de los organismos financieros internacionales de dar créditos blandos para contrarrestar los efectos de la crisis, fundamentalmente para inversión pública", apuntó Lifschitz, quien ve allí una buena oportunidad, porque "Rosario ya tiene una experiencia muy importante en lo que es la gestión de proyectos de inversión pública con financiamiento internacional".

Por su parte, Clara García señaló que "sin duda, esto va a tener un impacto social en el empleo; en sectores que estamos viendo que se han desacelerado ante una crisis de expectativa, fundamentalmente en rubros como la construcción y bienes de capital, que están en un impasse hasta vislumbrar cómo se ordenan las variables macroeconómicas. Por otro lado, el tipo de cambio y la relación con Brasil hacen que algunas industrias locales muy representativas vean con preocupación cómo se acomoda el tipo de cambio". La secretaria de la Producción dijo que hubo ideas positivas, como "pensar que la salud pública municipal transforme a la ciudad como un polo de salud, incluso de orden internacional, y que en ello encontremos alguna fuente de ingreso".

Del encuentro participaron Jaime Abut, de IDEA; Daniel Gallo, de IAEF; Tulio Cecconi, de Fundación Mediterránea; Julio Calzada y Rogelio Pontón, de Bolsa de Comercio; Ana Inés Navarro, de Universidad Austral; Esteban Hernández, de Fundación Apertura; Salvador Di Stefano; de Fundación Libertad; el economista Jorge Bertero y los representantes de la Facultad de Ciencias Económicas, Edmundo Virgolini, José Luis Pellegrini y María Fernanda Ghirardi.