El eventual ajuste de las tasas municipales, que el Ejecutivo no descartó aplicar el año próximo, generó ayer un fuerte rechazo de parte de la principal bancada opositora en el Concejo. "Esas afirmaciones demuestran la desesperación del gobierno de Lifschitz por la falta de dinero", planteó el edil justicialista Arturo Gandolla quien fue más allá con su crítica al señalar que "en realidad los concejales no tenemos elementos para poder hacer un análisis serio de la realidad porque la intendencia no nos envía información". En ese marco, denunció que el intendente "utiliza superpoderes para reasignar partidas, que el socialismo tanto cuestiona a nivel nacional".

El presidente de la bancada justicialista en el Concejo relativizó las proyecciones que había formulado el secretario de Hacienda municipal cuando no descartó un nuevo aumento de tasas para el 2009. "No hay un elemento serio para evaluar estas apreciaciones, ni tampoco para saber si el boleto de colectivo cuesta $1,90 como dijo el intendente, son declaraciones que no vienen acompañadas de estudios sino de una desesperación por la falta de dinero", dijo Gandolla a LT8.

Puntualmente sobre la cuestión tributaria, el edil aclaró que el Ejecutivo local aún no ha enviado su presupuesto para que sea evaluado, por lo cual resulta difícil avanzar en algún tipo de análisis. "El Ejecutivo nacional y provincial ya enviaron sus presupuestos a las legislaturas, y el municipio pidió prórroga para entregarlo más tarde. sus concejales ni siquiera lo aprobaron todavía", lamentó.

Más adelante el concejal del Frente para la Victoria intentó explicar su negativa. "No quiero decir que no a todo al estilo Carrió, pero nos faltan conocer cosas, es básico conocer cuanto son los ingresos, los costos, es evidente que ha aumentado la masa salarial por los últimos incrementos acordados con el gremio y esto puede tener incidencia pero también es cierto que no se ha ejecutado nada de obra pública".

En ese marco denunció que el gobierno del intendente Miguel Lifschitz hace uso de superpoderes a escala municipal. "En cada presupuesto que aprobamos, las partidas que no se ejecutan van a rentas generales y el Ejecutivo local tiene la facultad para redestribuirla a su manera. Es decir, los denominados superpoderes, tan cuestionados a nivel nacional por el socialismo, son utilizados en Rosario", afirmó.