Más allá del golpe de efecto que generó la totalidad del arco opositor al retirarse del recinto al momento de la votación, el Concejo aprobó ayer con el voto de los 12 ediles socialistas la eliminación de los topes para la TGI. El mes próximo, el 45 por ciento de los contribuyentes abonará más en concepto de Tasa General de Inmuebles en cifras que difieren la oposición y el oficialismo: mientras la intendencia ratificó que el 95 por ciento pagará hasta 20 pesos extra mensuales, radicales y peronistas estimaron que el universo de afectados será mayor y el impacto en algunos casos superará el 200 por ciento. Durante las dos horas de debate, el PS defendió las subas "porque le otorgan equidad al sistema tributario y además repercuten fundamentalmente en barrios cerrados y el frente costero, los sectores de mayor poder adquisitivo". La oposición cuestionó el escaso tiempo concedido para estudiar la iniciativa y criticó a la administración de Miguel Lifschitz "por aumentar las tasas para financiar el déficit de una mala gestión cuando en todas partes bajan los impuestos para evitar la crisis y mientras los servicios no mejoran".

La de ayer fue una sesión caliente, plagada de chicanas. A poco de iniciarse y pese a que había varios temas en el orden del día se acordó tratar los mensajes del Ejecutivo vinculados con el incremento de la TGI y las denominadas tasas menores que se incrementarán un 30 por ciento.

Aldo Gómez, miembro informante del PS remarcó que las subas se promovían por la inflación, la escacez de recursos coparticipables y en aras de la equidad tributaria. "En algunos casos el aumento será de 10 o 20 pesos, que, en tiempos de desvalorización del dinero alcanza para poco", razonó el presidente de la Comisión de Presupuesto.

La concejala María Eugenia Bielsa fue de las más duras en su argumentación. "El Presupuesto debió haber llegado hace tres meses y ahora exigen que lo tratemos a los tres días hábiles. Nos obligan a no ser serios, nos someten a una situación de violencia intelectual", disparó tras lo cual pidió el regreso del expediente a comisión para poder estudiarlo una semana más. El planteo fue rechazado.

Otra severa oradora fue la radical Daniela León. Aseguró que el oficialismo estaba "apurado por sacar" la ordenanza "porque en realidad tiene ya impresas las boletas y quiere que entre en vigencia inmediatamente". Luego reclamó "responsabilidad" al oficialismo al momento de ejercer la mayoría del cuerpo.

El titular de la bancada justicialista, Arturo Gandolla sostuvo que el incremento interanual en la TGI se ubicará en el 57 por ciento. "Es un aumento desmesurado, no hay índice econónomico que lo justifique", lanzó para después denunciar "un aumento encubierto" en el régimen simplificado del DReI que el PS también aprobó ayer.

Con su habitual verborragia, Jorge Boasso (UCR) acusó a los integrantes de la bancada socialista de ser "autoritarios. Ustedes creen que son poseedores de la verdad absoluta, por eso no quieren escuchar otras opiniones y sugerencias y hacen la fácil, le meten la mano en el bolsillo de los contribuyentes". Boasso sugirió como alternativa retomar el reclamo al gobierno provincial para que abone lo adeudado por coparticipación mal liquidada durante años.

Carlos Comi, del ARI, ironizó sobre el "glamour progresista con el que se pretende justificar este aumento generalizado", tras lo cual pidió al gobierno municipal: "Muchachos, aflojen un poco". Terminadas las exposiciones, la oposición se retiró del recinto. Sólo con los 12 votos del socialismo la ordenanza fue sancionada. "Lamentamos la actitud de la oposición, esta ausencia es un signo de incapacidad para dialogar", planteó el socialismo.