Domingo, 4 de enero de 2009 | Hoy
CIUDAD › NUEVA DENUNCIA DE MALOS TRATOS CONTRA ADOLESCENTES DETENIDOS EN EL IRAR DE ROSARIO.
Según la denuncia radicada en el juzgado de Menores Nº 2, tres adolescentes involucrados en el intento de fuga la última nochebuena, fueron castigados al día siguiente, cuando ya estaban alojados en sus celdas.
Por Alicia Simeoni
El Servicio Penitenciario Provincial volvió a hacer lo que no debe hacer: Ejercer la violencia sobre los adolescentes encerrados en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (IRAR), según se desprende de la denuncia radicada en el juzgado de Menores Nº 2. Y es que luego de un par de intentos de fuga durante el día de la Nochebuena, tentativa que fue sofocada, los tres adolescentes involucrados en el movimiento recibieron un castigo 'extra', al otro día, ya en sus celdas, y con el cambio de guardia. Claro que los criterios más elementales acerca del cuidado de niños y adolescentes, aún para el caso que el del encierro sea una medida excepcional y transitoria, indica que no pueden ser fuerzas represivas al estilo del SP las que estén a su cuidado, pero además, y mientras lo estén también el sentido común indica que debe haber formas en que los agentes entiendan, y si no que cumplan órdenes estrictas, acerca de qué es lo que no deben ni pueden hacer.
Los intentos de fugas en el IRAR son situaciones más que frecuentes, algunas tienen que ver con el no soportar las frustraciones y otras, con la no aceptación del encierro con el peso de la historia que la mayoría de los chicos porta hasta antes de entrar en conflicto con la ley penal. El maltrato debe poder ser parado, aún concediendo las dificultades con las que el actual gobierno se encontró al comenzar a transitar esta área específica. Desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario también se denunciaron los apremios contra los jóvenes del pabellón C. El director del Servicio Penitenciario Provincial, el abogado Mariano Buffarini dijo a este diario que conocía el tenor de la denuncia, que no le constaba que los sucesos fueran del tenor de lo llevado a Tribunales y que de ser así se adoptarían las sanciones correspondientes.
La CTC habla de la dificultad que supone el 'doble comando' en el IRAR, es decir la dirección compartida entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de su área específica -la Dirección de Justicia Penal Juvenil-, y una institución represiva, el Servicio Penitenciario Provincial. Por la CTC habla uno de sus miembros, Víctor Zapata, quien ve como nocivo que justamente los hombres del SP estén en el lugar las 24 horas y que no suceda lo mismo con el personal civil, profesional y los equipos interdisciplinarios que están durante una parte de la jornada. Zapata dice que en general es entre las 8 y las 14 horas cuando este personal de presencia indispensable está en el lugar, y que se necesitaría un control sobre el comportamiento de los penitenciarios. "Todos saben que el 24 y el 25 de diciembre, también el 31 y el primer día del nuevo año son las jornadas más conflictivas. Y así pasó que en Navidad, cuando hubo cambio de guardia, a los chicos les pegaron como consecuencia de haberse querido ir el día anterior". Zapata dijo a Rosario/12 que de los tres jóvenes del pabellón C que intentaron fugarse, uno denunció que fue llevado a la enfermería y que allí se le pegó -era el primer ingreso que tenía al IRAR-, un segundo joven dio su testimonio y señaló que a él no le habían hecho nada y un tercero también fue golpeado y lastimado. Pero lo peor fue al día siguiente, cuando llegó el cambio del servicio. Los uniformados entraron directamente al pabellón C, ubicado en el sector central, para continuar con el castigo. Zapata sostiene que en los hombres del SPP los golpes están naturalizados y que también reciben un trato que "a los adultos no se les da... Es parte de la situación de nebulosa jurídica en que se encuentran los chicos y por la que no saben si van a estar allí 6 meses, 2 o menos tiempo. Los agentes del servicio saben eso y se aprovechan de la situación de abandono en que se encuentran. Cada tanto se recogen estas denuncias y otras que entran en el terreno de las humillaciones".
La CTC entiende que "hay un dejar hacer al Servicio Penitenciario" e insiste con la necesidad de que se lo controle en cuanto a la acción y conducta que exhibe en relación con los adolescentes que tienen entre 17 y 18 años. "Esto es posible a través de la presencia de un funcionario de peso a quien no puedan pasar por arriba, y el objetivo debe ser sacar a esta fuerza represiva del contacto con los adolescentes". A la vez, señala, como uno de los logros del último año, el hecho de que ya no haya allí chicos no punibles, menores de 16 años encerrados en el IRAR.
Mientras tanto el director del SPP, el abogado Mariano Buffarini dijo que conocía la denuncia radicada en el fuero de Menores pero a la vez que no le constaba que los hechos hubiesen sido como lo indican el tenor de las denuncias. De lo que sí dio cuenta es de que hombres del servicio se encontraban heridos.
-¿Cuáles son las órdenes con que se manejan los hombres del SPP ante una situación como la vivida en el IRAR?, preguntó este diario a Buffarini.
-Se manejan con las mismas órdenes, exactamente, que las que tienen para con los internos de otros lugares de detención y siempre con el trabajo en el marco de la legalidad.
-Una legalidad que no puede contemplar golpes, maltratos o humillaciones...
-Por supuesto que no y además el SP está a disposición para colaborar con la investigación. En caso que se determine que los hechos fueron como lo señala la denuncia, se llevará adelante el sumario correspondiente y las medidas de sanción que correspondan.
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