Lun 30.01.2006
rosario

CIUDAD

Internos del Agudo Avila quieren mudarse a "casas de medio camino"

Unos treinta internos están en condiciones de des-internarse, pero la falta de reglamentación de la Ley de Salud Mental impide asignar recursos presupuestarios para comprar o alquilar viviendas destinadas a "casas de medio camino" hacia su reinserción social.

Los internos del Hospital Psiquiátrico Agudo Avila están esperando desde el año pasado algunos cambios en sus condiciones de vida. Para esto es necesario que se reglamente la Ley de Salud Mental (Ley 10.772) y así poder presupuestar -entre otras cosas- la compra o alquiler de viviendas para que unos treinta internos que no padecen patologías graves puedan comenzar el proceso de reinserción en la sociedad mediante las denomindaa "casas de medio camino". Esto, es una vivienda alternativa a la hospitalización. El pedido para lograr una mejora cualitativa en sus condiciones de alojamiento fue presentado a la Dirección Provincial de Salud Mental en setiembre de 2005, y teóricamente para noviembre los internos ya iban a tener una respuesta. Pero no fue así. A cuatro meses de la solicitud el grupo sigue esperando, pero no de brazos cruzados. Con muchos proyectos y con ganas de pelear por lo que les corresponde, están organizando una recolección de firmas en San Martín y Córdoba para el mes de marzo, en apoyo al pedido de reglamentación de la Ley.

Básicamente lo que se está pidiendo es "que se cambie la forma de asistencia a la salud mental", dijo Beatriz, una de las internas. En este sentido, su compañero Juan explicó que "las casas de medio camino son un intermedio entre lo que vendría a ser la inserción total en la sociedad, el ser uno más, a estar internado, estar alojado en una institución neuropsiquiátrica".

Pero para lograr ese paso, en primer instancia tiene que reglamentarse la Ley, con lo cual podrían presupuestar y planificar otras formas de asistencia como las casas a medio camino; y otros lugares que no sean hospitales psiquiátricos, como centros de salud comunitarios, con la internación no sólo en psiquiátricos sino en hospitales generales.

En este sentido, los internos no sólo presentaron su pedido en la Dirección de Salud Mental en setiembre sino que también lograron llevar su propuesta al Concejo Municipal: "Fuimos a hablar con el concejal Barrera, y también expusimos que la Ley no estaba reglamentada, que si se reglamentase pedíamos esta forma de tener casas e incluso que nos dieran también un subsidio como para mantenernos. Y nos dijeron que hiciéramos algún tipo de escrito, un legajo con toda nuestra historia", detalló Beatriz. De acuerdo a esto –prosiguió- cuando llevemos todo al Concejo podríamos incluso estar como oyentes cuando se expusiera la cuestión nuestra de la Ley, o incluso también habilitarnos para nosotros entrar y ver qué pasa con nuestro legajo, o sea un lugar para saber qué es lo que pasa con lo que estamos pidiendo".

Hay dos cuestiones en torno al pedido de reglamentación de la Ley: por un lado el concejal Barrera les va a dar el borrador de un documento donde se declara el apoyo a la puesta en marcha de la legislación. Por otro lado, se avanza en el proyecto de juntar firmas para llevarlas -así como fueron al Concejo Municipal- a la ministra de Salud provincial, a la comisión de Salud de la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores de la Provincia.

En relación al número de firmas, si bien no les han solicitado una cifra específica, ya tienen alrededor de 400, y con la jornada que realizarán en marzo esperan juntar muchas más. "Estamos en eso", dijo Alejandro, y Beatriz agregó: "A la gente que se acerque a la mesa hay que explicarle con paciencia porqué se lo estamos pidiendo, con su firma están ayudando en la cuestión de pedir dinero más para Salud Mental que se va a canalizar en casas, en subsidios o en lo que fuese".

Así, la diferencia entre este modo de asistencia y el actual radicaría en que si van a buscar un trabajo, al dar un domicilio que no sea "el loquero", como algunos todavía lo llaman, tendrían más posibilidades de ser contratados de las que tienen actualmente cuando dicen que están internados en el Agudo Avila. Por otra parte, al suspender la convivencia con los internos que padecen patologías graves, también modificarían su calidad de vida y favorecerían su reinserción social y laboral.

La iniciativa, surgida del Taller de Derechos Humanos que se realiza dentro de la institución, no es la única. Actualmente están trabajando en la pre-producción del programa de radio Tardes Nuestras, que llevan adelante desde el año pasado en FM Aire Libre, continúan con el trabajo en la Cooperativa Buscavidas, y aún no pierden las esperanzas de poder sacar el segundo número de la revista Renacimiento 22.

"La Cooperativa Buscavidas se creó con el fin de que las personas que están en la calle -especialmene en Santa Fe y Suipacha- no estén pidiendo una limosna, sino que trabajaran, entonces se venden biromes y diferentes cosas, donde la persona está trabajando no es que le dan una dádiva porque la persona es enferma mental y les da pena entonces le dan algo, entonces se autoeleva el concepto de lo que es como ser humano. Después también habíamos creado la revista Renacimiento 22, y después hicimos la radio", relató Beatriz.

Informe: Paula Kearney

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