Un ladrón asaltó ayer una financiera del barrio de Pichincha, adonde ingresó fingiendo ser un cliente, tras lo cual escapó, pero como olvidó su pistola regresó a buscarla y así se encontró con un cadete que iba a cobrar un servicio, a quien le pagó como si fuese un empleado y entonces sí huyó.

La Policía informó que el curioso robo ocurrió poco después de las 10 de ayer, cuando el delincuente ingresó haciéndose pasar por un cliente al local de la financiera situado en Ovidio Lagos 358. Bajo amenazas de muerte redujo al dueño del comercio, Rodolfo Scaglia, quien fue encerrado en uno de los baños del local, agregó la información policial. Luego, el ladrón se dedicó a requisar la oficina y sustrajo unos 6000 pesos, tres celulares, tarjetas de créditos, cheques y huyó.

Cuando habían pasado unos minutos se dio cuenta de que en el apuro se había olvidado una pistola 9 milímetros, que dejó en uno de los escritorios. Por eso decidió regresar de inmediato, pero en esa circunstancia llegó al local un cadete que venía a cobrar 20 pesos de un servicio que había prestado a la financiera. Entonces el ladrón fingió que era un empleado del lugar y le abonó la factura, aguardó unos momentos hasta que el joven se retirara y volvió a huir, pero esta vez con el arma utilizada en el atraco. Las actuaciones sumariales quedaron a cargo de la comisaría 7ª de la Unidad Regional II, con intervención de la justicia de Instrucción Penal en feria. Hasta ayer a la tarde no había sido posible detener al ladrón.

El propio dueño de la financiera fue el que sumistró el particular testimonio a la policía. "Vino un cadete a buscar un dinero y (el ladrón) me pregunta que hacemos, y le dije que le page, así que sacó dinero de su bolsillo y le pagó... atendió el negocio", relató Rodolfo, en relación a la curiosa situación que se produjo en su negocio antes que el ladrón se diera a la fuga.