Jorge Boasso renovó ayer, por quinta vez, su banca como concejal de la Unión Cívica Radical y su otrora casi enemiga Daniela León quedó por cuarto período en un sillón del Palacio Vasallo. Boasso marcó que se había roto "con la bipolaridad" y que la UCR había estado durante 16 años "arrodillada frente al socialismo", un período del que él y su ahora compañera de fórmula fueron parte. La UCR obtuvo alrededor de 20.000 votos más que los que sacó el 2 de septiembre en las elecciones internas.

En el local de la UCR rosarina en calle Paraguay al 300 ayer hubo fiesta, con mucha gente en su hall de entrada y el fondo de la marcha radical que se repitió todo el tiempo. Cuando los dos concejales electos, Boasso y León, subían a la tarima para dar las palabras del triunfo, dos ideas fundamentales fueron las que sostuvo Boasso: la "rotura con la bipolaridad que tanto mal le hizo a la ciudad" y "la puesta de pie de la UCR, luego de 16 años arrodillados a los intereses de otro partido que no era el nuestro". Sus palabras eran fuertes: "La UCR tiene una historia de más de cien años que no merece ser cola de león de ninguna otra fuerza", insistió con el habitual tono, distanciado siempre de cualquier rasgo con algún condimento de humildad. Sus correligionarios aplaudían y él agradeció a los ciudadanos que "nos prestaron el voto... Nunca debemos creernos que somos dueños de esos votos".

Otra vez frente a militantes enfervorizados, Boasso insistió en que había roto con la "polarización que nos tenía cansados". 'Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Lifschitz que lo mira por TV', coreaba la tribuna y entonces Boasso fue por más para comunicar a quienes no se habían enterado que la UCR "nace como una alternativa para gobernar la provincia y Rosario". Por último dijo: "Nosotros no nos doblamos como el socialismo, somos consecuentes en los principios" y se refirió entonces a lo que él llamó la ley de Medios K: "Decimos no y es no, no es ni".

Después, breve, Daniela León agradeció a la militancia por todo el trabajo realizado y como lo había dicho Boasso anunció la construcción de una UCR que se convierta en alternativa para Rosario. Su esposo, Juan Carlos Millet, el dueño de la corriente 'milletista' monitoreaba todo de cerca.