Lunes, 28 de septiembre de 2009 | Hoy
CIUDAD › EL OFICIALISMO EN ROSARIO SE QUEDó CON LOS COMICIOS AUNQUE NO ALCANZó A RENOVAR TODOS SUS CONCEJALES.
El peronismo quedó a sólo 4 puntos y medio, pero había instalado una sensación de triunfo. Sorpresa del PRO en Rosario.
Por Leo Ricciardino
El intendente Miguel Lifschitz es el triunfador de las elecciones de ayer. Incluso perdiendo un concejal. Y esto es así sobre todo porque el peronismo había logrado imponer un horizonte propio de triunfo en las últimas semanas de campaña. Por eso los escasos 4,5 puntos de diferencia entre una fuerza y la otra parecen muchos más. Con poco casi el 29% por ciento de los sufragios el Frente Progresista Cívico y Social con Clara García a la cabeza, coloca cuatro concejales. Mientras que el peronismo con el socialista Héctor Cavallero en primer lugar, y un porcentaje de 24,1% pone tres y promete discutir el cuarto (Osvaldo Miatello) en el tribunal electoral. La UCR de Jorge Boasso cosechó un 15,6% de los votos y repone a sus dos ediles. Al PRO le alcanzó para que ingrese cómoda Laura Weskamp y Proyecto Sur disputa con el cuarto del peronismo para colocar a Alberto Cortés.
Como siempre, hay varias miradas para los mismos números: Una indica que Lifschitz ganó y queda bien posicionado para el 2011 aspirando a una candidatura a gobernador. La otra es la que marca que hubo amplios sectores del electorado rosarino que optaron por señalar de manera negativa los últimos tramos de la gestión municipal. Boasso con su lista con sello de la UCR por primera vez en 16 años, se consolidó como se esperaba en tercera fuerza. La elección que hicieron Laura Weskamp por el PRO y Alberto Cortés de Proyecto Sur, no estaba en los cálculos de nadie. Quizás porque esta vez las fuerzas políticas optaron por ahorrar bastante en consultoras y encuestas.
Si bien hubo intentos de último momento por nacionalizar la elección en Rosario, los únicos atisbos que se pueden rastrear en ese sentido están cifrados en el conteo final para los candidatos del PRO y de Proyecto Sur: Más de 40 mil rosarinos optaron por votar a la candidata que Mauricio Macri y Gabriela Michetti respaldaron abiertamente y la depositaron en una banca del Concejo Municipal. En el mismo sentido - aunque contrario desde el punto de vista ideológico-, más de 30 mil ciudadanos impulsaron al candidato que Pino Solanas propiciaba en Rosario, ubicándolo en la puerta de ingreso del Palacio Vasallo.
El peronismo logró amalgamar a todos los sectores (reutemismo, obeidismo y kirchnerismo) detrás del Tigre Cavallero. Pero esta misma síntesis que produjo la interna abierta y que merece una lectura positiva; operó también en algún sentido en la pérdida de sufragios respecto de la elección del 2 de agosto: Quienes habían votado por Cavallero en esa oportunidad quizás no lo hicieron ahora porque el que le seguía era un reutemista como Diego Giuliano; y viceversa. Lo cierto es que ese drenaje de votos pasó los 50 mil. No son pocos. De todas maneras, hay que remontarse al 2003 cuando Norberto Nicotra fue candidato a intendente; para hallar una performance electoral del peronismo rosarino similar a la que alcanzó ayer. Pero, es obvio, las chances para disputar la intendencia dentro de dos años serán menores a las que prometía un escenario de triunfo en estos comicios.
Esta es también una lección que los candidatos deben aprender en esta segunda oportunidad en que se utiliza el nuevo sistema electoral de la provincia, con las internas abiertas y obligatorias: Los resultados de éstas no pueden proyectarse directamente a la elección general. Contrariamente a lo que muchos pensaban, la gente diferencia muy bien uno y otro comicio y distingue qué está votando en cada oportunidad.
El Frente Progresista no había hecho una buena interna abierta y en la sumatoria perdió con el peronismo. Pero ahora, en la general de ayer mientras que el PJ cayó como se indicó aquí en más de 50 mil votos, el FPCyS tuvo casi tres mil sufragios más que el 2 de agosto. Boasso también sumó casi 20 mil votos respecto de la interna. Determinar dónde estuvieron los 40 mil votos del PRO en aquella interna, es mucho más complicado.
En la ciudad de Santa Fe, los candidatos del intendente Mario Barletta (con José Corral a la cabeza de la lista) cosecharon casi el 38 por ciento de los votos y una diferencia de más de 12 puntos con Sebastián Pignata de 100% Santafesino. En tanto, el candidato reutemista Roberto Campanella obtuvo poco más del 16% de los sufragios. En este marco, el intendente santafesino se transforma en el más serio competidor interno que podría tener Lifschitz de cara a los comicios a gobernador en 2011.
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